El planeta vive una situación jamás vista en este siglo. Si recurrimos a la historia nos enteramos de otras pandemias pero en contextos diferentes con lo cual no podemos hacer una comparación razonable.
Hoy millones de personas sufren. Sufre toda Europa que no entiende que en plena primavera siga enterrando a su gente. Sufren en especial los italianos donde el 85 por ciento de los fallecidos eran sus abuelos.
Sufren los españoles por los fallecidos, por la economía y por un gobierno que no tiene claro su norte. Sufren los ingleses porque son conducidos por un ministro risueño e irresponsable que pagó con su cuerpo en terapia intensiva y miles de muertos de sus conducidos.
Ni hablemos de los norteamericanos. Una imitación de presidente conduce los destinos de un país que eligió la economía a la salud y hoy tiene 90 mil muertos, desocupación del 20 por ciento y la mayor tragedia económica desde 1929. Igualmente Trump no siente amargura alguna ya que el 62 por ciento de los fallecidos son negros y latinos y todavía cree que será reelecto en noviembre de este año.
Sufren los brasileros que siguen cayendo como moscas gracias a las locuras de un idiota en el gobierno. También un perverso y un neonazi que prefirió la economía a la salud y como era de esperarse ninguno de los dos rubros tuvo éxito.
La Argentina también sufre. A pesar del gran trabajo de Alberto Fernández y la mayoría de los gobernadores existe un irresponsable porteño que puede echar por tierra todo el sacrificio de los argentinos. Rodriguez Larreta es el nombre que en un mes fue denunciado tres veces por irregularidades en la compra de barbijos. Unos de tres mil pesos, otros de mil, otros vencidos. Tres denuncias que demuestran que este dirigente pro hace negocios con la tragedia además de gobernar en forma irresponsable.
Pero más gente sufre en la Argentina. Sufren los pobres que son contagiados por sus patrones y terminan siendo estigmatizados de ser culpables del contagio. Sufre la clase media que si no tuvo espaldas para ahorrar ahora debe comprometerse económicamente ya que no puede trabajar. Sufren los futboleros que el único partido que ven es en la play. Sufren las mujeres, algunas, que son atacadas y asesinadas por sus parejas. Sufren los docentes que no pueden dar clases. Sufren los alumnos que pierden de sus amistades, recreos y viajes de fin de curso. Sufren los jubilados que saben que si son contagiados le quedan pocas posibilidades de vivir. Sufren los futuros enamorados ya que con barbijo y aislados es difícil formar una pareja. También sufren las parejas que desean tener hijos ya que en este contexto se hace harto difícil la procreación. En general sufrimos todos pero más sufrimos cuando existen perversos como los trolls, los Marcos Peña, los cacerolos, los Picheto, los Majul, los Leuco, y la etílica Bullrich mintiendo y haciendo política berreta para que caiga el gobierno. Estos caraduras que saquearon el país sonríen cuando los muertos aumentan y festejan cuando la economía retrocede. Ellos no sufren, ellos hicieron sufrir, hacen sufrir y son los lacayos del terror.
