FEDERICO URIOSTE – “Durante Cordobazo fue el pueblo el que terminó ocupando la Ciudad”.
Por Gabriel Russo –
Director de cine, guionista, autor de “Hundan al Belgrano”, “Rebelión”, entre otros, Federico Urioste ahonda en los recuerdos del Cordobazo, un hecho histórico, protagonizado por obreros y estudiantes que tomaron el control de la capital la provincia de Córdoba por casi 24 horas, en una pueblada que marcó el principio del fin de la dictadura militar de Juan Carlos Onganía.
-Te convocamos porque empezamos mayo y queríamos reivindicar y poner en contexto aquella rebelión del Cordobazo, pero antes no podemos dejar pasar semejantes declaraciones de Javier Milei que vuelve a expresar su admiración a Margaret Tatcher y la entrega total de la soberanía de Malvinas al admitir que “no es momento de discutir sobre eso”.
Lo habrá consultado con su perro. Dios mío, es muy triste lo que está pasando en nuestra república-manifestó Urioste… Es difícil opinar algo, porque es tal el disparate; seguramente ahora Milei en EE.UU. Está viendo si consigue capitales y le pedirán la liquidación de la república, esto que comenzó con Menem.
Menem al lado de Milei es nada, porque los capitales están pero no para invertir, sino para llevarse puesto un país.
Es así, incluso hay capitales dentro de la Argentina, así que terminemos con eso de que si no vienen de afuera no se hace nada. Personalmente no sé adónde va aparar esto, es muy triste, también tenemos que saber cuáles son las causas que nos llevaron. Creo que hay una crisis muy grande en la clase dirigente, desgraciadamente cuando uno mira la figura de Perón , es muy impactante la decadencia que vino, el liberalismo empezó con personajes como el Ministro de Economía de ese momento, después Cavallo, y Menem y ahora estamos en algo que no sé dónde va a terminar.
– El sindicalismo que se enfrentaba a Onganía, el que enfrentó a Videla, y el sindicalismo de “la democracia”, ¿cómo los calificas cuales son las diferencias de base?
En un momento hubo dos CGT: la de Azopardo, y evidentemente la de los argentinos. Una era más combativa, y la otra más negociadora. Había dos líneas, también es cierto que cuando asume Onganía estaba la plana mayor de la CGT en la Casa de gobierno, eso fue un poco triste, de alguna forma la CGT fue cómplice de la caída de Illia en la mayor soledad, lo viví medio de cerca porque fui con dos compañeros a Plaza de mayo, día gris, vimos esa soledad… Cuando cae el gobierno de Perón con un bombardeo en la ciudad abierta con más de 300 muertos, más de mil heridos, y eso duró una hora, tal fue el odio de la burguesía, que fue un movimiento revolucionario y tuvo una envergadura única.
A tal punto que el otro día recibí una carta de Inglaterra de una persona amiga que me manda el recorte original de cuando Perón muere, en inglés, y el diario inglés, conservador, le dedica media página al hombre que introduce a la modernidad a la Argentina, es el encabezamiento y hace un obituario impactante, o sea su figura había trascendido las fronteras.
Sube Frondizzi que intenta incorporar al peronismo, eso le cuesta tensiones, comienza a tratar, al margen de lo que se pueda discutir, pero le da importancia a la industria pesada, el petróleo y el desarrollo de la Universidad, y cae Frondizzi. Vuelve la dictadura militar, y viene la época de Illia.
Ahí tenemos la experiencia triste de la Noche de los Bastones largos, la instrucción de la universidad, aunque hubo algo interesante internacionalmente , en aquella época se movilizaba por lo que pasaba en Argelia, en República Dominicana, no por nuestros obreros, no estaba nacionalizada. Eso fue tan fuerte, cuando se rompe el mito de la autonomía universitaria a través de la Noche de los bastones largos, que yo digo: eso nacionalizó a los estudiantes y a los obreros. Este hecho para mí fue muy importante y después la frustración, la caída del gobierno de Perón de Frondizzi, de Illia, y la salida al margen de las críticas que se pueda hacer, la salida armada. Porque fue un fracaso, miles de muertos, y se dañó a una generación de dirigentes sindicales, eso lleva durante el gobierno de Onganía, a una situación en Córdoba, que era quizás la clase trabajadora mejor paga pero más combativa, y va creando una movilización, un movimiento exclusivamente de la clase trabajadora a la que luego se unen los universitarios.
Me acuerdo cuando se produce el Cordobazo, yo estaba en Buenos Aires y me dicen que ha estallado un movimiento popular, y yo no lo podía creer. Todo escuchamos la radio de Uruguay que decía y era muy impactante las imágenes que trasmitían. Se crea una situación impresionante, los trabajadores se movilizan organizadamente, van a la plaza principal de la Ciudad de Córdoba, los estudiantes hacen lo mismo, la lucha se transforma en violenta, la policía termina encerrado en las comisarías, y en un momento era el pueblo el que ocupaba la Ciudad.
Todos los sectores se lanzan a la calle, pero no hay muertos, a tal punto es el descontrol para Onganìa, que tiene que dar órdenes de que intervenga el Regimiento de paracaidistas que es el que ocupa militarmente la ciudad. Hay imágenes impactantes de militares en vehículos con bazucas, ametralladoras pesadas. Ese fue el inicio de un movimiento más grande. Eso marcó al país en su momento. Lo importante en los movimientos, más que vanguardias armadas, son los movimientos populares, cuando el pueblo se lanza la calle a través de organizaciones.
¿Por qué el sindicalista de ahora, es demasiado suave o tranquilo?
Es cierto, aquella era una época del sindicalismo combativo que se formó en la resistencia. No olvidemos aquel golpe que fue el intento de recuperar el gobierno, y fusilaron a civiles, a militares. A veces lo que impacta es que no hubiera memoria suficiente. Cuando no se tiene memoria o identidad. Otros escriben la historia. Esto es lo dramático en la Argentina.
Es cierto es que es un sindicalismo anquilosado, es como si se hubieran dormido. No sé si habrá un liderazgo. Algún día resurgirá Perón, si no, tendremos que prepararnos para ver el país convertido en colonia. Vemos una guerra en Europa. Lo que está pasando en Medio Oriente. Israel, que dicen es democrática. Y la policía israelí entró en un local en una radio árabe, arrasó con todos los periodistas los llevó presos. Argentina no tiene nada que ver con Hamàs. Es un mundo cada vez más peligroso- resumió Urioste.