Opinión

Promesa belicista a nombre del pueblo argentino.

Por Margarita Pécora   –

La euforia del presidente  Javier Milei, limosnero de aplausos y elogios en escenarios  internacionales, donde ya se ha convertido en visitante estrella, parece estarle afectando la vista y el oído,  a tal punto que no está escuchando lo fuerte  y cerca que están sonando los tambores de guerra del  sangriento conflicto que se dirime en los campos de batalla de Kiev entre rusos y ucranianos, con amenazas por parte del Kremlin de uso de armas nucleares, dirigidas a  los ‘intrusos’ en esa guerra.

Subestimando la gravedad de esa alerta que sacude con fuerza  telúrica el escenario geopolítico  en Occidente, incluida la OTAN y EE.UU.,  Milei decidió asumir una postura desafiante frente a la advertencia de Vladimir Putin,  y  comprometer la paz  y tranquilidad de la Argentina,  ofreciendo en nombre de este pueblo “dar el máximo apoyo al de Ucrania, a nuestro amigo el presidente Zelenski,-dijo textualmente-,  ya que como defensores de la idea de la libertad repudiamos cualquier forma de violencia (…) . En  la Cumbre por la Paz que se acaba de celebrar en Suiza, organizada por Zelenski, Javier Milei también aseveró que «Argentina siempre estará comprometida con las ideas que hicieron grande a Occidente».

El gesto más soberbio, sin embargo, fue que esa promesa belicista,  Milei no la hizo a título personal, sino a nombre del pueblo argentino luego de fundirse en un largo y efusivo abrazo, con su entrañable amigo Zelenski, a quien le dedicó las palabras iniciales de su discurso, para reafirmar el estrecho vínculo que lo une al ucraniano cuyo mandato presidencial,  dicho sea de paso,  se cumplió  el pasado 20 de mayo, pero sigue en el cargo luego de que firmara una polémica ley Marcial.

Lo cierto es que  la  osadía de  Milei y de su Ministro de Defensa Luis  Petri,  provocaron la reacción de Rusia, que ahora pone a la Argentina en el  blanco, como posible  aportante  de ayuda militar, ya sea con pertrechos  militares o soldados  para el ejército ucraniano.

Por  esa sospecha, o  tal vez certeza  de apoyo,  fue que Dmitry Feoktistov, embajador ruso en Argentina,  expresó su «profunda decepción» por el encuentro de Petri con el ministro de Defensa ucraniano, y advirtió que cualquier ayuda militar será considerada como un «acto hostil». El  diplomático ruso instó a la gestión de Milei a abstenerse de interferir en el conflicto entre Ucrania y Rusia, sugiriendo que mantenga una postura neutral para «preservar la naturaleza amistosa de las relaciones ruso-argentinas, que históricamente han sido inmunes a tendencias políticas».

Las redes sociales difunden  imágenes  del discurso de Milei en Suiza, y del encuentro de Luis Petri con Rustem Umerov, ministro de Defensa de Ucrania con subtítulos donde se resalta el apoyo y solidaridad de la Argentina.

Ya el gobierno libertario viene dando peligrosos pasos que comprometen la paz y la seguridad  de esta nación sudamericana. Con el  argumento de “promover la paz y la estabilidad internacional”,  el Ministro Luis Petri  sumó  a la Argentina al  Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania   (UDCG), una coalición internacional de 54 países que coordina la ayuda humanitaria y militar a Ucrania.

El ministro Petri, en su primera reunión con el grupo, destacó la importancia de la cooperación internacional en tiempos de crisis. Además, sostuvo un encuentro con Lloyd Austin, secretario de Defensa de EE.UU. para discutir la modernización de las Fuerzas Armadas argentinas y agradecer el apoyo en la adquisición de los 24  aviones F-16 comprados a Dinamarca.

Sin embargo,  la adquisición de esos aviones fue muy criticada por el pueblo argentino, debido al  contexto de crisis económica que atraviesa el país donde no hay plata para esa inversión, sin embargo se hizo. Las sospechas recaen en los compromisos que el gobierno de LLA  ha contraído con Estados Unidos para sumarlo  a los aliados que apoyan militarmente a Ucrania, a pesar de que el vocero presidencial argentino, afirmó que estas “estas aeronaves de capacidad supersónica se utilizan actualmente en Europa y  van a garantizar el control del espacio aéreo argentino y tener respuesta inmediata ante cualquier amenaza que se acerque por aire, mar o tierra” (…)

En cambio, hay  sospechas de que dichos aviones puedan ser enviados a Ucrania ya que Milei  ratificó en la Cumbre de Suiza, junto a 54 países su apoyo a Zelensky con ayuda humanitaria y militar a Kiev. Todo  cabe en lo posible.

Lo mismo hizo  Petri cuando declaró a la prensa argentina,  que “es un paso muy importante apoyar a Ucrania porque esto también muestra que la Argentina está del lado de los buenos y profundiza su alineamiento con Estados Unidos y la OTAN”.

Así, caminando sobre esa cuerda  floja, con un abismo insondable a sus pies, avanza el gobierno libertario,  involucrando al pueblo argentino en un conflicto que no le compete directamente.

El gobierno de Milei ya envió 19 misiones humanitarias con unas 240 toneladas de alimentos y remedios a Ucrania desde diciembre del año pasado. Al pueblo palestino,  ninguna. Hoy suman 37 mil los muertos a manos del Ejercito Israelí,  el cual es apoyado de forma carnal por el gobierno de Javier Milei, pasos que implican, a  juicio del propio  gobierno argentino, que la Argentina profundiza su alianza con los países de la OTAN.

La posibilidad de que sean  reclutados  argentinos para enviar a la carnicería en la que se ha convertido  el frente de combate en  Ucrania, no está descartada. El ministro Petri, ha dicho que solo por el momento no se hará, pero acordaron capacitación militar a soldados ucranianos. Lo mismo que ha hecho  Emmanuel Macron,  quien ya ha tenido que recibir en bolsas mortuorias a los legionarios que envió a Ucrania.

Ya se entiende el grado de compromiso con la OTAN y EE.UU. que   tiene el presidente libertario, que ha preferido viajar a  dar su asistencia puntual  a esos eventos en Europa, dejando a los argentinos ‘entretenidos’ en la pelea callejera por la Ley Bases, con la represión asegurada en manos de Patricia  Bullrich.

Mientras  distrae al pueblo  y a una dirigencia  incapaz de ponerle un freno, Milei  escala peligrosamente,  convirtiendo a esta nación, a sus espaldas, en  blanco de las armas tácticas rusas que hoy apuntan , previa  y reiterada  advertencia  por parte de Moscú, hacia todo país que suministre armas y personal para atacar a territorio ruso desde Ucrania.

Guarda, que  ya estamos en falta.  Lo bueno sería- dicen lectores por sus redes sociales, que   ‘si tanto quieren ayudar a  Ucrania, que Milei y Petri se pongan el casco y vayan ellos a pelear junto a Zelenski, y no comprometan al pueblo argentino que ya tiene su propia guerra del hambre, desatada por la política de ajuste brutal que  le están imponiendo.

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