Verso

Por Bret Sinclair.

Libertad, cambio, paz son palabras muy utilizadas en la literatura, pero mucho más en el marketing político. Todo candidato que emplea la palabra cambio tiene altas chances de triunfar. Quien habla de paz se puede colar en los primeros puestos, pero quien alza la voz con la palabra libertad gana y fácil. El tema es que son solo palabras y representan un acto de seducción y no una política a implementar.

Milei acaba de volver al triunfo con la ley de bases para la libertad de los argentinos. En campaña nos hablaba de la liberación, del mercado libre y un compendio de palabras vacías que convencieron a muchos y a otros nos hicieron pensar: pero cuando fuimos esclavos. No es novedad que la mitad de los votantes no tienen la capacidad intelectual para decidir un gobierno. Esto no es descalificar ni denostar, pero una juventud con un globo en la mano y repitiendo como loros somos libres que capacidad tiene para decidir si a la tarde merienda café con leche o mate cocido.

Lo cierto es que la palabra libertad garpa. El mejor gobierno de la historia fue destruido por una revolución libertadora que dio por tierra con una tiranía. Nada fue cierto, ni la libertadora ni la tiranía. Y el pueblo porteño saludó con pañuelos blancos el cambio de gobierno. Hablar de los gobiernos que emplearon la palabra libertad es hasta aburrido. Martínez de Hoz clamaba por la libertad mientras Videla ejecutaba embarazadas, Menem hacía lo propio mientras la abuela se quedaba sin joyas, ni hablar del gran Mau que nos recolonizó, hizo caja y
no hubo un solo juez que le dijo, “nene eso no se hace”.

Pero quien maneja mejor la palabra libertad es Estados Unidos. Se cansan de eliminar humanos en nombre de un mundo libre. Cuando un país quiere liberarse de su opresión los documentos internos yanquis los mencionan como regímenes radicales y nacionalistas. Su plan de conquista empezó en 1776 pero un poco más cercano en la historia veamos lo que escribía Noam Chosky: “Desde 1953 no ha pasado un solo día en que los Estados Unidos no haya estado torturando al pueblo de Irán. Guatemala sigue siendo una de las cámaras de los horrores del mundo, todavía hoy los mayas huyen de los efectos de las campañas casi genocidas en las tierras altas que llevan a cabo los gobiernos de derecha. En 2014 un funcionario de ese país informó sobre la tragedia que sufría su pueblo en materia de derechos humanos”.

De centro América ni hablar. Cuba brilla en su pobreza gracias a un bloqueo económico dictado por el bueno de JFK. Igual procedimiento vive el gobierno venezolano. Haití es un monumento a la pobreza. El primer país en independizarse también fue el primer en ser recolonizado y hoy vive las tragedias climáticas en medio de la hambruna. Solo El Salvador trata de sacar la cabeza y poder respirar. El resto son paraísos fiscales.

Sudamérica sigue siendo el patio trasero. Las universidades yanquis hablan de nosotros como las colonias latinoamericanas. Alguien debía aclarar que no somos colonia ni tampoco latinos, ya que este termino es un concepto de marketing. España era latina porque era una provincia del imperio romano, pero nosotros siempre fuimos sudamericanos o hispano parlantes, nunca latinos.

Y así podemos relatar la situación de cada país, pero siempre mencionaremos los mismos conceptos. Pobreza, hambre, inflación como resumen de cada región y todo pasa gracias a la libertad que impone el conquistador. Milei nos liberó no se de donde para esclavizarnos, aún más, de ya sabemos quiénes, no le parece?