Un saqueo anunciado.

Por Margarita Pécora –
Anthony Blinken, Secretario de Estado de Estados Unidos, está por pisar tierra argentina. Es un hecho inminente, será a lo sumo en un par de días que comience el primer capítulo de un saqueo anunciado, una nueva saga que bien pudiera titularse: “Los piratas de Sudamérica”.
Y el lacayo melenudo y entreguista que está sentado en La Rosada, se acicala para servirle en bandeja de plata al gringo mandamás, las principales riquezas naturales mineras de la Argentina, conocidas con el nombre de “minerales críticos”. Y lo quiere hacer, desoyendo el clamor popular que le dijo a voz en cuello en las calles, que ¡Argentina no se vende!
Lo cierto es que Anthony Blinken viene en camino. Analistas internacionales lo ven como en hombre más influyente de EE.UU. por encima incluso que Joe Biden. Porque Blinken aparece en todas partes, buscando imponer la política de la Casa Blanca e interferir en las decisiones soberanas de muchos países.
Así que haciéndole competencia al pirata más famoso de la historia de Latinoamérica y el Caribe, se acerca al patio trasero como siguen viendo a Sudamérica, disfrazado de cuello y corbata sin necesidad de parche en un ojo, frotándose las manos por la codicia, y con los ojos encandilados por las luces centelleantes del oro blanco, que es el litio, abundante en tierras del Norte argentino.
Es como la crónica de un saqueo anunciado. Previamente habían mandado en la avanzada a Laura Richardson, la Jefa del Comando Sur a espiar el volumen y peso de las riquezas mineras de la Argentina. Así que era cuestión de tiempo. Ya están llegando.
Blinken pasará primero por Brasil. ¿El pretexto? Participar en la Reunión de Ministros de Asuntos Exteriores del G20 para abordar asuntos bilaterales y globales , pero su misión, prepotente e injerencista es analizar con los presidentes Lula y con el Javier “motosierra” Milei, asuntos que los inquietan como es la democracia en Venezuela usando la gastada narrativa de la defensa de la democracia y los derechos humanos.
Todavía se sienten los dueños del mundo, aún no han despertado de la realidad y es que hay un nuevo orden, multipolar, desde que la hegemonía estadounidense se ha visto cuestionada por el desplazamiento tectónico del poder mundial.
Y los gringos están más que preocupados, desesperados por esa pérdida de poder cuando ven, por ejemplo, la pugna territorial de Venezuela con Guayana por la disputada región del Esequibo, donde la poderosa empresa estadounidense Exxon Mobil Corporation tiene planes de perforar pozos en busca de petróleo; de modo que Blinken hará todo lo posible por convencer a Lula, para que interceda con el gobierno de Nicolás Maduro, por el conflicto con Guyana por el Esequibo.
Llama la atención que el Secretario de Estado viene a Buenos Aires a reunirse con Milei, considerándolo un defensor de la democracia y los derechos humanos, cuando todas las medidas que el libertario de derecha está aplicándole a los argentinos, son de exterminio de la población más vulnerable, de los trabajadores y de la clase media, por medio de una «terapia de choque» que dispara precios de los alimentos y servicios básicos como el transporte, por solo citar un ejemplo, más la eliminación de subsidios, bajo la doctrina de conseguir el déficit cero y de estabilizar la asediada economía del país.
¡Cuál receta le va a pasar Blinken a Milei cuando hablen- como se ha anunciado- de crecimiento económico sostenible, de gobernanza democrática y de mejora del comercio y la inversión! ¿Qué ejemplo a imitar tiene el mandamás del Departamento de Estado, cuando el país del Norte es el peor ejemplo en respeto de los derechos humanos, y con prepotencia, aplica sanciones contra países, con el pretexto de supuesta violación de derechos humanos, de ausencia de democracia y terrorismo, como es el caso de Cuba, víctima de un genocidio por hambre desde hace más de 60 años sometida al bloqueo comercial, económico y financiero. Pero el todopoderoso país del Norte le impone sanciones también a Venezuela, a Rusia, pero ninguna a Israel donde ya suman más de 29 mil los palestinos muertos en su ofensiva contra Hamas, en la Franja de Gaza y se lavan las manos como Poncio Pilatos.
Y ahora vienen a la Argentina a piratear los principales metales y minerales denominados críticos que son además del Litio, el uranio, el cobre, cobalto, manganeso, cromita, tierras raras, germanio, berilio, bauxita, litio y los elementos del grupo del platino.
El cambio hacia una economía sostenible se acelera al mismo tiempo que las tensiones geopolíticas incrementan la incertidumbre sobre el abastecimiento energético y por eso EE.UU anda corriendo con Blinken a la cabeza sobre todo porque el cobre, litio, níquel, cobalto y elementos de tierras raras son componentes fundamentales para la producción de los generadores eléctricos, chips, cables y baterías.
Todos estos minerales críticos, son necesarios para la carrera armamentista que Estados Unidos alimenta con suministro de colosales fondos para mantener viva la llama de la contraofensiva de Zelenski contra Rusia, en Ucrania. Y para seguir mandando metralla a Netanyahu para la cacería que esta haciendo de palestinos en Rafa, y fondos también para Taiwán, para que se pertreche con armas para enfrentar a China, que es en definitivas el rival principal de Washington.
Y EE.UU pone a correr a Blinken porque Israel ya le trae la delantera. Milei le abrió las puertas a su otro país predilecto, para que plante la empresa israelí XtraLit que será la primera compañía de ese país, que apuesta al mercado del mineral en Argentina. Esto lo anunció el vocero presidencial Manuel Adorni el pasado miércoles en conferencia de prensa como una inversión en la industria del litio.
A Washington le viene como anillo al dedo el autoritarismo que impone Milei en Argentina tras el ofrecimiento de una “libertad” que dejó de existir con la imposición ilegal del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y una ley ómnibus, que por suerte se fue al piso.
Ambas estaban diseñados para suspender el Congreso de la nación, instalar un gobierno de facto, derogando normas constitucionales, que protegen la soberanía de los argentinos. Son gravísimas las condiciones que el títere Milei manejado por los hilos desde Washington, intenta imponerle al pueblo argentino, con amenazas sólo compatibles con una dictadura militar.
Es un golpe de Estado en este caso por otros medios, para un mismo fin; poner de rodillas al pueblo y “vender a la patria” en un mismo acto. Es hora de que el pueblo argentino despierte, abra los ojos y rechace por todos los medios, los intentos de vender el país a pedazos a EE.UU. Ojo, Ya el comprador está en camino. Es un saqueo anunciado.




