Sangre de horchata frente a la crisis.

Por Margarita Pécora B. –
Javier Milei está atravesando por una de las peores crisis de su neurálgico y accidentado mandato que empezó en diciembre. Pero lo disimula. Sucede que en las últimas horas se ha desatado una reacción en cadena entre gobernadores de varias provincias patagónicas, que se sumaron al dirigente rebelde Ignacio Torres, gobernador de la provincia de Chubut, quien prendió la mecha con la amenaza proferida en buen criollo: “Si no nos quitan la pata de encima, no sale un barril más de petróleo de Chubut”. Esto significaría un Lock out energético que pudiera frenar la producción y el suministro de petróleo al resto de la Argentina.
Para que se tenga una idea; Chubut es una provincia de la Patagonia argentina ubicada sobre extensas llanuras entre la cordillera de los Andes y el océano Atlántico donde se produce el 13 % del petróleo del país y casi el 2 % del gas. Además posee importantes yacimientos de uranio, plomo, oro y plata. Así que hasta las ballenas y pingüinos de Chubut están allí en pie de lucha.
El motivo del ultimátum que le está dando el mandatario de esa provincia petrolera, que no es peronista, dicho sea de paso, sino macrista, es decir de los que jugaron a favor de que Milei sea presidente, es que el libertario ordenó la quita a Chubut, de $13.500 millones de coparticipación, retenidos por el Gobierno por una deuda contraída por el anterior gobernador. Y el límite trazado por Nacho para que Milei les devuelta ese monto, este miércoles.
Sin embargo el hombre del peluquín, redobla su menosprecio a los gobernadores, a los que ya había tratado de amedrentar sentenciándolos a dejarlos ¡sin un peso! si no acompañaban con su voto la Ley Ómnibus que ya fracasó. Ahora prueba fuerza con los gobernadores que tienen en su poder el gas y el petróleo, y los amenaza con judicializar el asunto. Es más, la expresión de su soberbia es que se refirió al gobernador de Chubut Nacho Torres, expresando: «Pobrecito, Nachito, es un pobre chico que no la ve. No puede leer ni un contrato. Es de una precariedad intelectual muy grande».
Mientras tanto está corriendo una versión de que esta pulseada gobernadores vs. Milei, es una operación política pergeñada por Mauricio Macri para acelerar la caída de Milei y hacer que suba al sillón de la Rosada su nueva socia, la vicepresidenta Victoria Villarruel. ¿Será todo esto cierto?
Bueno, lo que sí está claro es que esta rebelión energética, que ya tiene pintas de Lock out, le amargó el viaje a Milei, al paraíso del sueño americano, es decir a Washington. El común de los argentinos no se explica cómo este presidente que parece tener sangre de horchata, viaja tranquilamente al país del Norte, mientras la Argentina se incendia- figurativamente hablando-, con tantos conflictos activos por todas partes.
Asombra ver lo rápido que ha escalado el conflicto con los gobernadores de las provincias energéticas; y cómo diversos sectores arrancaron con paros y protestas que, van poniendo cada vez más contra las cuerdas a Milei.
El tema es que el libertario quiere sanear la economía argentina pasando la motosierra por todos lados, sin contemplación alguna, y no conforme con esto, ningunea desde la capital estadounidense, el reclamo de los gobernadores expresando que “Son discusiones de gente muy de cabotaje”, o sea, discrimina a los mandatarios provinciales que fueron elegidos tan democráticamente como él, en las urnas; y arriba Milei se ufana de estar llegando de una muy importante Conferencia.
Por supuesto que se refiere a la de Acción Política Conservadora, y dice que él no está para el chiquitaje”. Oiga, si este conflicto que puede paralizar a toda la Argentina con el suministro de combustible y gas, es chiquitaje, no sé qué será lo que este presidente desequilibrado, entiende por problema nacional que merezca su atención.
Mientras la Argentina está al borde de una implosión social, el presi-duende Javier Milei, fiel vasallo del gobierno estadounidense, voló al nido del águila calva, a lamerle las botas a Donald Trump que sigue siendo un personaje extravagante, beligerante, que rompe los códigos cada vez que quiere, y que también atrae la atención de mucho público amante de sus puestas en escena.
Se está volteando medio país, mientras Milei prefiere lucirse disertando para el público estadounidense, en lugar de estar acá negociando con los gobernadores, reuniéndose con los sindicatos, estudiando cómo morigerar el impacto devastador de sus medidas de ajuste.
La semana pasada fueron los ferroviarios que detuvieron los trenes, los de Salud también fueron a huelga, y se sumaron este lunes los docentes, los trabajadores del Estado con paros asambleas y movilizaciones enarbolando el lema “El Estado no está en venta”.-Por si fuera poco, para el miércoles se anuncia otra protesta de los trabajadores de la Aviación.
En realidad el libertario tiene su mente trastornada, ocupada en otras cosas que cree son más importantes; de hecho fue a Estados Unidos, a lamerle las botas a Donald Trump, que dicen que apenas le dio pelota… Ese es su ídolo, ese es el personaje a quien Milei ha querido parecerse, y ha tratado de imitarlo con exabruptos que lanza contra la sociedad argentina.
Milei añora ser como Trump, solo que no tiene el carisma del extravagante y multimillonario estadounidense, aunque ha intentado mostrarse como genio, y también negacionista del cambio climático, con volver a prohibir el aborto en la Argentina, flexibilizar las leyes referidas a la tenencia de armas. Y con reemplazar la moneda nacional por el dólar estadounidense, entre otras drásticas medidas.
Milei fue a Washington a dar cátedra de chupamedismo. Se paró en el atril a mostrarse como el académico súper ilustrado de la política y la economía, y hasta osó advertirle a Occidente. que “está en peligro dado el avance de las ideas estatistas socialistas” … y quiso explicar cómo los fallos técnicos de los mercados, son funcionales al avance del socialismo y destruyen el crecimiento económico poniendo un freno -según cree él – en la lucha contra la pobreza. Cuando está más que claro que el modelo ultra neoliberal que Milei defiende, está de espaldas totalmente al pueblo, y solo defiende el mercado, enriquece a los que ya son ricos y hunde en la pobreza a los más vulnerables que son en la Argentina, los trabajadores y los jubilados.
Y por supuesto que Milei en esa “magistral” Conferencia, defendió a capa y espada el mercado y la propiedad privada y los mercados libres de intervención estatal, porque en su pensamiento oligárquico, lo que prevalace es que no debe darle lugar a la presencia del Estado en ningún caso. Por eso quiere privatizar varias docenas de empresas argentinas. Y creo que si lo dejaran actuar, atomizaría por completo el poder del estado en este país austral.
Tan retrógradas son sus doctrinas que cree y así lo dijo en esa conferencia en Washington que “la idea de cooperación social terminan siendo absolutamente destructivas para las ideas sociales, y que “promover el libre comercio es promover la paz y al mismo tiempo es una tremenda bomba en contra del socialismo”….Así piensa el atormentado mandatario que gobierna desde la Casa Rosada, y eventualmente por remoto, desde Washington, a este gran país.