PERU: Voto a pie de urna y posible vuelta del fujimorismo

Por Margarita Pécora B. –
Como ‘noticia aún en desarrollo’ califica esta nota, sujeta aún al conteo definitivo de votos de las reñidas elecciones presidenciales en Perú donde se pelea ‘cabeza a cabeza’ entre los seguidores de Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, y Pedro Castillo, de Perú Libre, los dos candidatos con proyectos e ideologías diametralmente opuestos, pero con el propósito común de encauzar el futuro de este país sudamericano sumido en profunda crisis económica , desigualdad, desencanto social y dolor por miles de muertos en la pandemia.
Más de 25 millones de personas eligieron este domingo entre Castillo, el maestro rural y líder sindicalista de izquierda, y Fujimori, reconocida como una de las políticas más conocidas y polémicas de Perú, que hace su tercer intento por ganar la presidencia del país para “honrar” al padre (Alberto Fujimori), quien actualmente cumple una condena de 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos.
En horas de la madrugada, una estrechísima ventaja presentaba Keiko por encima de Pedro Castillo, quien llamaba a la calma, ganar las calles en paz y cuidar los votos, esperanzado aún en que cierren a su favor los números, dado el fuerte acompañamiento recibido desde las provincias campesinas, andinas y barrios pobres de Lima en particular.
Es la tercera vez, que la hija de Alberto Fujimori intenta escalar la presidencia de Perú, a pesar de su largo historial en cargos de poder: se ha desempeñado como primera dama (entre 1994 y 2000 de la mano de su padre, ha sido congresista por Lima y es líder de Fuerza Popular, el partido derechista que representa al fujimorismo y que de proclamarse presidenta, defenderá sin dudas el status quo de la economía de mercado.
Sobre Keiko se tiende aún la sombra de haber cumplido dos veces prisión preventiva entre octubre de 2018 y mayo de 2020 investigada por supuesto lavado de activos provenientes de sobornos de Odebrechet, causa aún en curso.
Keiko Fujimori ha recibido el principal apoyo en Lima, la capital, y en las regiones del norte donde ha habido una mayor apertura a los mercados.
De ganar Keiko, quedará confirmada la teoría de expertos analistas políticos de la fuerza que tienen en Perú los poderes fácticos , que son grupos de intereses o de presión que ejercen el verdadero poder en esa sociedad para influir en las decisiones del estado, al margen de las instituciones legales.
Han comprobado que estos poderes que rodean y “apoyan” o presionan a Keiko, están formados por políticos, deportistas, miembros de la farándula, empresarios, oligopolios, transnacionales, militares, sacerdotes, profesionales alineados, enajenados y comprados, y ese apoyo viene porque el fujimorismo protege sus intereses, no así el proyecto de izquierda que impulsa Castillo.
Otros analistas consideran que lo que está en juego en Perú es el futuro económico de la nación. Por estos minutos la candidata de derecha afirma que “todos los ciudadanos quieren un cambio con visión diferente de país”. Fujimori apuesta por un modelo de libre mercado, sistema que ha predominado en Perú y no ha podido resolver las profundas diferencias y desigualdades que se agravan con esta pandemia. Llama la atención el impacto negativo de la pandemia en Perú que lo ubica como el de mayor número de muertos per cápita del mundo y ante el desafío de encontrar urgente un camino de recuperaciones económica ante la contracción que registra la caída del 11 % del PIB y que se expresa en la pobreza extrema que padecen 3 de cada diez peruanos.-
Castillo, en cambio, ha prometido cambiar el rumbo dando mayor presencia al Estado y exigiendo más responsabilidad a las grandes empresas del sector minero en particular por su incidencia en el futuro económico del país. Lo cierto es que en esta apretada lid el pueblo peruano tiene en vilo su destino.



