GUILLERMO LÓPEZ: Sobreviviente de la leonera y de la Masacre de Fátima

Por Gabriel Russo –
El médico, detenido y torturado durante la última dictadura militar, evoca la masacre de Fátima en un nuevo aniversario del hallazgo de 30 cuerpos que fueron dinamitados en la madrugada del 20 de agosto de 1976. De su arsenal de recuerdos sobre los macabros sucesos Guillermo López extrajo los más impactantes para compartirlos con Comunas.
“Ese día de 1976 se apareció en la puerta de entrada del calabozo que decían que era la Leonera, de todos los condenados a muerte, Diez de apellido, diciendo, “ustedes cantaban cinco por una, nosotros cantamos 30 x 1”. Pero no sabíamos por qué venia la situación en esa circunstancia; evidentemente era una provocación previa a esta masacre que se llevó adelante. Como a la media hora- recuerda López-, con posterioridad a dicha provocación aparecieron tres personajes a los que les reconocimos la voz y empezaron a clasificar uno por uno. Nosotros estábamos en una celda para diez personas, y había como 50, dormíamos por turno. El baño estaba dentro de la misma leonera; había dos, uno estaba semiutilizado y tenía la ducha; y empezaron a traer gente, traían mujeres que estaban en otro sector y cada vez quedábamos más apretados nosotros.
A los que iban nombrando los separaban en un rincón, hasta que llegaron al compañero Alsogaray que estaba ahí junto a nosotros. Los iban nombrado, los ponían en un rincón y decían “se van en libertad”. A Alsogaray le faltaba una pierna, tenía una muleta y una pierna ortopédica.
Era una cosa muy provocativa decir que se iban en libertad, porque la gran mayoría eran trabajadores de la Universidad de Buenos aires y que uno decía qué tienen que ver. Había gente por ejemplo del Molino río de la plata; toda esa cantidad de gente que lo único que hacía era trabajar en haber formado sindicales .
Los soltaron a todos y había dos soldados uno era de la Marina y el otro de la aeronáutica que estaban haciendo el servicio militar. Y bueno lo trajeron a todos ahí desde las 7 de la tarde como hasta las 10 de la noche más o menos todos estábamos arrinconados. Habíamos quedado una 20 personas aproximadamente en ese lugar con la interrogante de cómo habrá sido pero claro yo ya sabía , estaba enterado porque ya había habido una racha anterior 60 habían salido pero los vuelos eran los miércoles porque lo jueves era que salía el avión a tirarlos al mar.
Pasó el viernes como cualquier otro y el día sábado un policía de los servicios de inteligencia nos pasa un diario por debajo de la puerta: “miren dónde están todos sus compañeros y era un diario que decía 20 subversivos fueron ejecutados en un intento de fuga y después en el diario de la tarde decía …»fueron dinamitados 30 personas el acto de justicia interna que había hecho montoneros.
¿Vos estabas en la superintendencia de policía ?
En realidad a mis compañeros los llevaron a Sudamtex otro centro, pero como estaba abandonado ,porque había sido una textil que había cerrado en ese momento aparentemente la ejecución fue ahí en Sudamtex, y después en camiones del ejército los llevaron a Fátima donde les pusieron carga , pero no una carga que destruyera los cuerpos , sino que simplemente los desparramara, pusieron dos o tres panes explosivos y así los desparramaron por todos lados a los compañeros.
Después nosotros en 1983 donde ya habían sido convocadas las elecciones fuimos a Fátima y empezamos a preguntarle a los vecinos y gente de los alrededores y decían que los cuerpos todos tenían un tiro en la cabeza pero ahí nadie escuchó que hubo 30 disparos de una ejecución. Pero todos tenían un disparo. Algunas fueron a parar al cementerio y otros a distintos enterramientos en Morón donde también había; y cada uno de ellos había muerto por disparo en la nuca como línea de entrada el disparo salida por el ojo, la frente o cualquier lado según el tirador.
¿Vos estabas en la superintendencia?
Sí ahí estábamos en el «hotel 5 estrellas»…
¿Te escapaste de ahí o no?
No, de ahí me llevaron a automotores Orletti ,de ese lugar me llevaron a Campo de Mayo y de ese, al Vesubio .
Como no tenían lugar en el primer sótanos del cuerpo de ejército me trasladaron a Superintendencia de Seguridad Federal donde el 2 de julio le habían puesto una bomba, y ahí fue cuando al principio uno no se da cuenta, pero ahí se empezaron a escuchar el ruido de vehículos , bocinas, y había vidrios en las ventanas y se podía escuchar la calle, y cuando llegaba el general Ojeda o cuando llegaba (Ojota), todo el mundo saludaba bien militarizados. Todos los días a las 6 de la mañana en punto llegaba y este tipo lo mismo que Suarez eran una basura venían y seleccionaban la gente, dejaban que las mujeres fueran violadas. Era un desastre total, ese era el trofeo de guerra que tenían.
Ayer fue el aniversario…¿fuiste a Fátima?
Ayer no pude ir a Fátima porque hace unos días tuve una situación de salud que me obligó a guardar cama.
¿Y con los familiares mantenes conexión alguna?
Sí, hay un grupo que estaba en Fátima, pero en el grupo más importante es donde estaban los hermanos Gaitán y formaron con el grupo Norte, la Asociación del Tigre –Escobar. Y fui a entregar los libros que vos me diste del “Crimen de Julieta”, a la biblioteca “Julieta Lanteri”, y chochos porque era el centro álgido alrededor de la memoria y van recogiendo la de cada uno de los 30 que estaban ahí. Así uno contribuye lo mejor posible para que trabajen en función de eso entregándoles todo lo que hice como recorriendo el camino de los familiares.
Habían dejado la seña de sus lugares, pero la gran mayoría eran poco conocidas. Así que la conexión me llevó cerca de cinco años publicar a los 30 compañeros, pero como eran de Fábricas, era más vinculante la posibilidad de conseguir sus nombres. Había una docente universitaria de Salta y es la última que pude ubicar, que ahora no recuerdo como se llamaba pero estaba en pareja con otro docente, francés de Literatura y Filosofía, un tipo muy capaz pero no lo llevaron a él, sí a la chica joven que habría tenido 23 años, y el docente me decía que los sorprendieron en un departamento de la calle Corriente.
Tuvieron un encuentro importante el otro día, para trabajar en función de la memoria de los 30 compañeros. En el encuentro estaba uno de los hermanos Gaitán, familiares o hijos, ellos se sorprendieron frente a cada anécdota que les contaba. Fue en un barrio con condiciones muy humildes, pero personas muy politizados. Hay un compañero que estuvo conmigo en Campo de Mayo y es el hombre que administra y maneja la Biblioteca y es el que nos junta a todos y hace una reunión porque vienen de diferentes lugares. Creo que es un homenaje constante para todos los compañeros que uno conoció en la leonera de los condenados a muerte.- resumió López-.