Egipto lanzó faraónico ultimátum a Israel.

Por Margarita Pécora B. –
La maldición de Tutankamón, esa que dice que “toda persona que se acerque a la tumba de un faraón egipcio estará condenada a morir en breve”, es imaginariamente hablando, el escudo de defensa de Egipto contra Israel, al que acaba de advertir que suspenderá los Acuerdos de Camp David, que en 1979 pusieron fin a los largos conflictos entre ambos países, “si el Estado judío presiona a los palestinos para que crucen al país árabe por la ofensiva militar”.
Y realmente se teme que sea «aterradora» la posible entrada del ejército de Israel en la ciudad de Rafah, el último refugio al sur de la Franja para 1,5 millones de palestinos.
Es triste comprobar cómo buena parte de nuestra población, contempla inmutable, como un hecho distante geográfica y sentimentalmente la tragedia que sufre el pueblo palestino. Y peor aún, algunos han aceptado alegremente el apoyo del presidente Javier Milei al gobierno de Israel, cuando ya está más que claro que el ensañamiento, la venganza, y el odio, son el combustible del exterminio étnico que está llevando adelante ese país contra poblaciones indefensas, bajo el pretexto de que ‘son todos terroristas’.
Hace pocas horas se produjeron ataques aéreos de Israel que acabaron con la vida de un centenar de personas, en Rafah, en la frontera con Egipto, y esto sucede justo cuando aumenta la alarma internacional por la ofensiva terrestre contra los palestinos ordenada de manera salvaje Benjamín Netanyahu. Esas decenas de víctimas incluyen niños, mujeres, ancianos alcanzados por la metralla de los ataques aéreos y bombardeos israelíes “extremadamente intensos” que golpearon múltiples lugares en Rafah.
Es en este contexto que Egipto le informó a Israel que suspenderá los Acuerdos de Camp David, que en 1979 pusieron fin a los largos conflictos entre ambos países, “si el Estado judío presiona a los palestinos para que crucen al país árabe por la ofensiva militar”.
Y decir que Israel presiona a los palestinos es demasiado leve; en realidad los acosa y persigue como presas para exterminarlos. Ya han muerto más de 28.000 palestinos por los ataques israelíes. Y esa cacería produce un peligroso desplazamiento forzado de más de un millón de palestinos que se han concentrado en Rafah – una ciudad ubicada en la Franja de Gaza, sobre la frontera egipcia, y administrada por el Estado de Palestina.
Rafah es la capital de distrito de la Gobernación del mismo nombre y se encuentra a solo 30 km al sur de la ciudad de Gaza. La ciudad es el mayor núcleo de población en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto. Esto significa que los palestinos que huyen de la persecución, se vean irremediablemente en la necesidad de ingresar a territorio egipcio. Y es aquí donde se complica el problema, porque ello podría extender la guerra hacia un país como Egipto que ha tenido que lanzar la amenaza de suspender los acuerdos de Camp David, si Netanyahu sigue persiguiendo salvajemente a los palestinos.
La nueva amenaza de Netanyahu es un peligroso paso más de su plan de limpieza étnica, y responde a la obsesión guiada por el odio del premier israelí, por perseguir hasta eliminar a los palestinos . No se ha conformado con detonar kilómetros de túneles, derribar hospitales, sino que inexplicablemente después de haber bombardeado los barrios donde residían los palestinos, ha demolido las ruinas de los edificios para impedir que vuelvan a refugiarse.
Hace unas horas dos argentinos fueron liberados por las fuerzas israelíes durante un operativo en la Franja de Gaza. Algunas fuentes hablan del rescate de Fernando Marman, de 60 años, y Luis Har, de 70, que habían sido secuestrados por Hamas el 7 de octubre en el ataque que inició la guerra en Medio Oriente. Ya se encuentran con sus familias acá en la Argentina.
Lo cierto es que ya Javier Milei se quiere anotar el hecho como una victoria propia, porque anda diciendo que fue él quien le pidió a Netanyahu que consiguiera liberar a los argentinos. Un oportunista de marca mayor y un vendepatria. Ya sabemos que Milei es pro-israelita y pro estadounidense. Y lo hemos visto saltando y fiestando en aquel país, cuando la Argentina se cae a pedazos por las medidas de profundización de la pobreza que ha impuesto desde sus primeras semanas de gobierno. Esta es otra guerra de exterminio, pero por hambre, sin necesidad de que caigan bombas.
Israel ignora su deber para con el derecho internacional humanitario, y desoye las órdenes emitidas por la Corte Internacional de Justicia el pasado 26 de enero por las que debe impedir con pasos «inmediatos y efectivos» un genocidio en Gaza.
El presidente de EE UU, Joe Biden, amigo de Netanyahu, solo ha dicho “que el ataque no puede llevarse a cabo “sin un plan creíble y ejecutable que garantice la seguridad y el apoyo” a los refugiados en Rafah.”, esto significa seguir dando luz verde al genocidio, pero usando pinzas. A estas alturas, Israel ya desespera por dar por terminada su ofensiva, pero ojo, si en esa corrida tocan a Egipto, es muy probable que se levante el Pacto de Camp David, y hasta los faraones de sus tumbas…