Maximiliano Molocznik – Una placa donde el historiador Galasso dejó “uñas y dientes”.

Por Rodrigo Marcogliese .
Así graficó Maximiliano Mocznik, Profesor de Historia, escritor e investigador el homenaje al prolífico escritor Norberto Galasso, que será realizado el lunes 29 de julio en la casa del pensador en la Avenida Asamblea 850, de Parque Chacabuco en la Capital Federal.
» Al evento esperamos que asistan la mayor cantidad de amigos y compañeros y militantes del campo nacional en pos de hacerle un homenaje a un hombre de trayectoria tan importante como Norberto Galasso, – confirmó Molocznik, “y se va a descubrir una placa-homenaje en la casa de Galasso, producto de una sanción que se hizo en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el año pasado, mediante la cual se declaró el sitio de Interés cultural de la ciudad, por la prolífica labor de Norberto y dando lugar a que la casa se ha preservada donde el historiador ha dejado uñas y dientes para producir su obra.
¿Qué rol ocupan hoy los historiadores pensando el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla y tenemos a este presidente?
Los historiadores en general no solemos ser muy bien vistos por la sociedad por el ciudadano de a pie ,porque tenemos la tarea digamos de recordarle a la gente, lo que la gente quiere olvidar, como la sociedad argentina tiene tendencia a olvidar, ahí aparece la figura del historiador recordando cosas que a veces no son gratos y la gente prefiere olvidar, por eso a veces no tenemos tan buena prensa entre la ciudadanía de a pie, sin embargo creo que nuestra misión es importante porque estudiar el pasado de alguna manera nos permite comprender el presente , y si no comprende el presente porque a su vez no ha comprendido el pasado, difícilmente se puede imaginar el futuro.
«Pienso que la tarea nuestra, no por ombliguismo ni nada por el estilo, es importante porque la memoria constituye uno de los basamentos de la sociedad. resaltó-.
También se refirió al deceso de Evita y al tratamiento a la figura de Evita como muy disímil, «por un lado la violencia verbal y física que le fue impuesto al cadáver de Eva posterior a la Revolución del 55, que fue entregado 18 años después a Perón en España, un cadáver que fue vejado , ultrajado y su memoria mancillada. Paralelamente a esa violencia física y verbal empezó un proceso mucho más interesante que es el de cómo el pueblo la recordaba como una mujer que había dado todo por los derechos de los trabajadores, y la justicia social, Hay una contramemoria-contrastó el intelectual.