China y Cuba ya producen nueva vacuna PAN-CORONA

Por Margarita Pécora B. –
Es noticia que calienta las redes y las esperanzas: China escogió a Cuba para obtener de conjunto una vacuna, denominada Pan-Corona, que sea efectiva frente distintas cepas del coronavirus SARS-CoV-2 y prevenga la Covid-19, informó este domingo la agencia de noticias china Xinhua que detalla que científicos nacionales y del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de la isla antillana , ya empezaron a desarrollar el producto en una instalación abierta en la ciudad de Yongzhou, provincia de Hunan (centro), para las investigaciones entre ambos países. El proyecto surgió a solicitud de la parte china y cuenta con el visto bueno del Ministerio cubano de Ciencia y Tecnología.
Esta nueva vacuna se basa en combinar partes de virus que son conservadas y no tan expuestas a la variación para generar anticuerpos, con las dirigidas a las respuestas celulares.
Solo un país como Cuba, que lleva más de 60 años sobreviviendo al cerco económico y a los golpes blandos y de todo tipo del imperialismo norteamericano, puede afrontar con espíritu de victoria proyectos internacionales de tanta envergadura, para frenar la tempestad que significa una pandemia como el SarsCov2.
Hoy la pequeña isla caribeña solo en dimensiones geográficas, pero gigante en potencial científico y humano, logra asombrar al mundo desarrollado, ese de los grandes y súper equipados laboratorios, convirtiéndose en el primer país de América Latina que produce su propia vacuna contra el Covid-19 con alta rigurosidad científica, y que ya no es una sola, sino cinco, los candidatos vacunales que ha puesto en carrera.
Y esto lo afirmó contundente en entrevista concedida recientemente a Página 12, el embajador de Cuba en la Argentina, Pedro Pablo Prada Quintero, cuando dijo, que la isla tiene capacidad para producir 100 millones de vacunas al año y mostró cómo pudieron prescindir de comprar vacunas al mercado, y apostar por la producción nacional.
En este aspecto, el diplomático fue muy concreto: “Lo que pasa con las vacunas – explicó -, es un ejemplo del nivel de integración de la ciencia en Cuba. Las más conocidas son las Soberana 1 y 2 que están producidas por cuatro instituciones de la medicina cubana. A su vez se está trabajando en las vacunas Abdala y Mambisa. Eso es muy bueno porque fomenta la cooperación y solidaridad entre científicos. No es la gloria por la gloria de determinada institución, por detrás de eso está Cuba que es mucho más importante. La Soberana 2 ya está en fase tres, se produjo a finales de febrero el primer lote de 150 mil dosis que en este momento se están aplicando voluntariamente a 44 mil cubanos en La Habana, mientras que la vacuna Abdala, que es por vía nasal, se está aplicando a 40 mil cubanos en las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo.
Cuando le consultaron sobre la posibilidad de que estas vacunas puedan ser adquiridas por países como Argentina, el diplomático respondió afirmativamente, “lo hemos pensado- reveló -, de hecho tan pronto ya estaban desarrollados los candidatos vacunales, se tomó la decisión estratégica de hacer una inversión importante en la ampliación de las capacidades productivas. En este momento – remarcó-, el país tiene, funcionando bajo auditoría, capacidades fabriles para producir 100 millones de vacunas al año”.
“Obviamente eso excede las necesidades de la población cubana,-reconoció- y las pondremos a disposición de la humanidad, en primer lugar de América latina y el Caribe. Si las autoridades argentinas deciden participar, si valoran que las vacunas cubanas son efectivas, se verá en su momento”.
Y esta posibilidad vislumbrada por el embajador cubano, no parece ser una quimera, si partimos de las excelentes relaciones diplomáticas y comerciales bilaterales que mantienen ambas naciones a lo largo del tiempo, a pesar de las asimetrías en los rubros que producen, pero con grandes y probadas posibilidades de complementarse, cuando, de un lado la Argentina con su bolsa portentosa de alimentos puede ayudar a Cuba, y la isla por su parte, con un aval exitoso en la producción de medicamentos, productos biotecnológicos y vacunas, tiene una oferta importante para dar a cambio. Y creo que de eso se trata cuando se habla a los gobiernos del mundo sobre ser solidarios entre sí, y ese es el concepto de la complementación y la ayuda mutuas porque en definitivas tenemos un enemigo común el virus que ya ha cobrado más muertes a la humanidad que las guerras más devastadoras de la historia mundial y las vacunas son la única arma capaz de frenar tanto flagelo.



