Calciano: “Formar mano de obra calificada»

La Directora General de Desarrollo Productivo, Claudia Calciano, incorporó sus orígenes sindicales a su gestión en la Subsecretaría de Trabajo porteño y habló de la actualidad gremial e interacción con la integración laboral.
Por Rodrigo Marcogliese
¿Qué desafíos se plantea en su gestión?
Creo en la política de empleo que llevamos adelante con inversiones y capacidad de desarrollo de la Ciudad, visto que es la vidriera Argentina ante el mundo considero importante generar emprendimientos. Especialmente en la zona sur con el polo textil. Buscamos que el desarrollo productivo no centre la atención en las commodities solamente, sino en la producción genuina manufacturada, para poder mover la industria y el mercado interno.
¿Cuál es el programa que están realizando para integrar a los jóvenes en el mercado laboral?
Dentro de la Subsecretaría existen muchas posibilidades de empleo, facilitamos la inclusión de los jóvenes. Fomentamos unos desayunos de interacción pública-privada, donde buscamos que vayan empresarios “ABC1” fundamentalmente, como también las PYMES. Una de las cuestiones que más pedimos es readaptar las competencias para generar una bolsa de trabajo muy competitiva como la que existe en las redes ingresando a @trabajobuenosaires.
¿Qué atractivos se les ofrece a las empresas?
Las empresas tienen una falta de capital de trabajo. Igualmente desde la Subsecretaría se ofrecen planes en las que generamos capacitación al trabajador, de la siguiente manera, hay empresas que le dan trabajo a jóvenes durante 6 meses, desde aquí le pagamos al empresario por generar la política de trabajo y al joven para que se pueda capacitar. Si está conforme con el trabajador pasado ese tiempo lo puede efectivizar. Ofrecemos empleos blandos, y oficios. En otras palabras, ofrecemos talentos y recurso humano bien calificado.
¿Cómo analiza el impacto en el trabajo con la incorporación de nuevas tecnologías?
Creo que la tecnología es igualadora de oportunidades. Sabemos que hay chicos que la manejas de taquito, y confiamos en que la tecnología no saca empleo sino que aumenta su capacidad. Por ejemplo, citaba Cristiano Ratazzi que en la actualidad un auto puede hacerse sin que trabaje una sola persona, pero hay elementos en la confección que sólo puede aportar la mano humana.
¿Cree que existe una falta de capacitación sindical?
Muchas cabezas de sindicatos no quieren capacitar a las bases, pero las bases se quieren capacitar. Hay gremialistas que tienen determinada visión de creer que el poder se maneja teniendo gente que no sepa más que ellos, y eso no pasa por la edad. Desde mi dirección estamos fomentando la formación de cuadros sindicales que tengan que tener al menos un estudio terciario, y no sólo por su tarea gremial, sino porque desde mi mirada todo compañero necesita una superación personal. Te doy un ejemplo básico, no puede ser que no pueda darse el gusto de compartir el momento de hacer la tarea para la escuela con su hijo, eso denigra a una persona y no se puede tolerar. Es un gran déficit en el sindicalismo, y con una reforma laboral pronta a surgir, en la que estamos mirando el pelo en el huevo en vez de ver el espíritu de la norma, va a ser crecer en competitividad.
Habló de la reforma laboral, y posiblemente será el proyecto de mayor polémica en el segundo semestre ¿Qué cambios produciría?
Hay que leerla mejor. Tiene que haber cambios porque todo es perfectible, pero en su espíritu no atenta contra los puestos de trabajo. Hoy tenés un Presidente que abrió la Argentina al mundo y esto es lo que se viene a nivel global. Hay flexibilizaciones que son necesarias, y acá quiero dejar en claro que eso no significa negrear como algunos quieren hacer creer…
¿Cuál es el beneficio y cuál el costo de “abrirse al mundo”?
No podemos estar cerrados, mirá Venezuela, Colombia, Honduras. Una cosa es la protección de la industria nacional, de hecho soy impulsora en redes sociales de “Protegiendo La Industria Nacional”. Pero una cosa no se contrapone con otra, hay que incentivar lo nuestro, desde el calzado, el cuero, pasando por una camisa o una remera; y también fomentar la apertura de mercado y estar incluidos mundialmente. El sesgo cuando quedas aislado no es bueno, la contrapartida es ser competitivos. Si lo somos desde el punto de vista de la educación y el perfeccionismo vamos a estar bien rumbeados. Aumentar la mano de obra calificada implica conocer el mercado y saber sus necesidades. Nosotros podemos, si somos inteligentes y creemos en la cultura del esfuerzo no hay ninguna contra.
¿Qué respuesta piensa que encontrará el paro general del 25/6?
Mi corazón está con los sindicatos, pero no creo que la forma sea parar. Hay que apostar al diálogo, el país atraviesa una crisis de muchos años y es un momento para que todos actuemos de una manera madura. Acá el Gobierno recibe a todos.