Líderes mundiales frente a sumatoria letal de pandemia y cambio climático.

Por Margarita Pécora ._
No es necesario apelar a un lenguaje catastrófico sobre el mundo que nos rodea para referirnos a lo que el común de los humanos percibe como “cambio climático” por sus efectos devastadores, que en los últimos años ha cobrado miles de vidas humanas, de animales y plantas; con sorpresivas inundaciones y deslaves, sequías extremas, voraces incendios forestales, temperaturas cuando no muy elevadas, demasiado bajas, y muerte, solo muerte donde antes reinaba la vida.
Si a ello le agregamos el impacto letal de la pandemia del Covid-19, la sumatoria demuestra que sobran razones para la urgencia de un encuentro con líderes mundiales que comprometan su accionar, por las presentes y futuras generaciones, y donde seguramente se articularán estos dos fenómenos.
No todos los líderes mundiales actúan responsablemente frente a este asunto, recordemos por caso, el abandono que hizo el ex presidente norteamericano Donald Trump del Acuerdo de París y la forma en la que ninguneó el peligro del Cambio climático. Al final, esa decisión le jugó en contra para sus pretensiones de perpetuarse en el poder desde la Casa Blanca.
El nuevo presidente estadounidense, Joe Biden supo captar esa grave falencia y convertirla en una oportunidad política, e incluyó entre los ejes de su programa de gobierno, el regreso de los Estaos Unidos al Acuerdo de París.
De ahí la trascendencia de su invitación a 40 líderes mundiales, entre ellos presidentes de 7 países latinoamericanos incluida la Argentina, a participar de manera virtual en lo que califica un diálogo “urgente y sincero” sobre la crisis que genera el cambio climático. El encuentro tendrá lugar los días 22 y 23 de abril próximos y por el listado de invitados, es evidente que se verán las caras los pesos pesados de las 17 economías más importantes del mundo, que coincidentemente son responsables de emisiones de contaminación al medio ambiente , algo que ya no es una amenaza si no una tragedia para toda la humanidad, tanto como la propia pandemia del Covid 19.
Tal es la conexión entre un fenómeno y otro, que en la invitación al presidente Fernández, su par Joe Bien señala: “Mis pensamientos están con todas las familias y comunidades argentinas que se han visto afectadas por tragedias durante esta crisis. No obstante, mientras luchamos contra el COVID-19 y tratamos de reconstruir nuestras economías para que sean mejores y más sólidas, no debemos dejar de abordar también la amenaza existencial del cambio climático que se avecina.”
Entre los presidentes invitados por Biden además de Alberto Fernández, (Argentina), fueron Jair Bolsonaro (Brasil), Sebastián Piñera (Chile), Xi Jinping (China), Vladimir Putin (Federación Rusa), Iván Duque Márquez (Colombia), Félix Tshisekedi (Congo), Ursula von der Leyen (Comisión Europea), Charles Michel (Consejo Europeo), Emmanuel Macron (Francia), Ali Bongo Ondimba (Gabón), JokoWidodo (Indonesia), UhuruKenyatta (Kenya), David Kabua (Islas Marshall), Andrés Manuel López Obrador (México), MuhammaduBuhari (Nigeria), Andrzej Duda (Polonia), Moon Jae-in (Corea del Sur), MatamelaCyrilRamaphosa (Sudáfrica), RecepTayyipErdoğan (Turquía) y NguyễnPhúTrọng (Vietnam).
También participarán la canciller alemana Angela Merkel, el rey Salman binAbdulaziz (Arabia Saudita) y el jeque binZayed Al Nahayan (Emiratos Árabes Unidos) y los primeros ministros GastonBrowne (Antigua y Barbuda), Scott Morrison (Australia), SheikhHasina (Bangladesh), LotayTshering (Bhutan), Justin Trudeau (Canadá), MetteFrederiksen (Dinamarca), Narendra Modi (India), Benjamin Netanyahu (Israel), Mario Draghi (Italia), Andrew Holness (Jamaica), YoshihideSuga (Japón), JacindaArdern (Nueva Zelanda), ErnaSolberg (Noruega), Lee HsienLoong (Singapur), Pedro Sánchez (España) y Boris Johnson (Reino Unido).
Cambio Climático en Argentina
Aún se desconoce el informe actualizado sobre la situación de la Argentina con el cambio climático, pero se presume que tras un apagón industrial y de transporte , de más de un año a consecuencia de las medidas de confinamiento obligatorio por la pandemia del Covid-19, las mediciones sobre la emisión de gases de invernadero en el país, deben apuntar a una disminución; no obstante este es un tema de expertos y no cabe hacer conjeturas, pero es bueno recordar que la República Argentina asumió compromisos ante la comunidad internacional que se han ratificado con la firma del Acuerdo de París mediante la Ley 27270 y su promulgación en septiembre de 2016, de modo que habría que ver cómo es el comportamiento de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) que son las acciones que todos los países que forman parte de la Convención Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (CMNUCC) deben llevar a cabo para intensificar sus acciones contra el cambio climático, ya sea para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) —acciones de mitigación— o para adaptarse a los impactos producidos por ese fenómeno —acciones de adaptación—.
El Inventario Nacional de GEI contabiliza los gases emitidos y absorbidos de la atmósfera durante un año calendario para el territorio argentino. Ello permite ver el estado de situación para poder mejorar nuestro comportamiento y planificar nuevos compromisos de mitigación bajo un marco de transparencia, a fin de contribuir y reforzar la respuesta mundial para mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2º C y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento a 1,5º C con respecto a los niveles preindustriales.
Lo cierto es que la esperanza de supervivencia de los pueblos está hoy en manos de esos líderes, que justamente dirigen las economías que más explotan los recursos naturales y generan la contaminación ambiental y el cambio climático, de ahí que solo cabe depositar en ellos la confianza de que sabrán proponer medidas audaces y herramientas vitales para poder penetrar con decisiones de cambio tanto en el ámbito público, como en el privado donde podrían encontrarse las mayores resistencias a nuevas políticas , dirigidas en definitivas, a garantizar la supervivencia humana.



