El bicho está de amasije y los pascualitos sólo piensan en sanatear, bardear y hacer palmar más paisanos. Una marcha por aquí, otra por allá y otra que baja y se pierde. Estos pastenacas están cabreros por que el Beto y la yegua los afanaron, los palizearon el año pasado y encima cuidan a la gente. Pero estos chabones son de lo pior, salen a contagiar y para que los cristianos palmen.
¿En qué fase estamos?, y mira maestro yo ya me perdí. Estamos desfasados creo, porque estos pelandrunes no te dan paz. Al menos sabemos que el pinche está, y cuando la calor se presente vamos a amasijar al bicho, a ese si -ni justicia-. Aunque vos tenés ganas de amasijar un pascualito amarillo y si, pero capo no pierdas tiempo con esos pipiolos. Igual ahora los que hacen el estofado usan el marote para armar el verano. Ya me estoy haciendo la zabeca, con la patrona, los bepis y el rrope en San clemente pero solitos en un cuadrado marcado con piolines. Y bueh será así nomás fenómeno. Ya me la veo venir, el que vende churros se acerca disfrazado de astronauta, el que vende choclos te lo alcanza con una caña de pescar y para tomar mate te llevas una pava, 4 bombillas y un broli de como matear en tiempos pandémicos.
Y bueh, pero va ver playa porque la cuaranta es historia, ya sabés campéon que lo que importa es la moneda, la salud va y viene. Ahora todos los días los garcas se conectan con esa caja de colores que le dicen shock, o zum algo así y lo miran de reojo al presi. El Capitán Beto pone jeta de interesante, se fuma un charuto, les da un poco de bola le da a estos pitucos y hasta ahí. Poca bola hay que darle a estos contreras con más ganas de pirarse que de bancar la parada.
Mientras tanto los cagatintas están atentos y vigilantes para trincarte. Se la dan de lindos pero son unos sotretas, unos tránsfugas, unos tirifilos, estos aspirantes a fiambrines. Siempre la van de contratista, bardeando a todo lo que sea peroncho. Pero el barba es justo. Le mandó el bicho al Fantino, al sotepi de Feimann, incluso a los leucocitos, pero acá el bicho falló. Y si los leucocitos son agentes de satán.
Por lo menos estos aprendices de escribas no hacen uso de la caja boba para macanear por un tiempo. Pero cuando el bicho los abandone ipso facto empiezan a sanatear y chamuyarte que estar en la catrera es feten feten, que mataron al bicho con detergente y que el cloro es mejor que el pinche chino o ruso porque son comunistas.
Mientras suben los tomuer, la yegua en silencio se prepara. El presi también. El futuro no será como la pandemia que armaron los pascualitos amarillos. Estos maleantes que te dibujaron un pagadios de centuria no se las llevan de arriba. La taquería en cualquier momento los engayola. El jetra a rayas está recién planchado y algún cusifai empieza a cantar y más de uno en cafúa. El mamerto se quiere mandar una bitufarra por las uropas, pero va quedar cachuzo porque alguno lo amasija. Bancá hermano, bancá y vas a ver como Larata, que lo caminó al Capitán Beto, la garpa y a la etílica le ponés soda a la damajuana y se entrega.
Por eso cumpa aguantá los trapos, no falta mucho para el pinche, el bicho maldito tiene vencimiento. Apagá la caja boba, porque estos fiambrines son puro baruyo. La rata y el mamerto ya parecen Steve Wonder y José Feliciano, no se pueden ver. Sumale a Heidi que es contrera de la choborra y otros pascualitos que hacen mal sin mirar a quien y en la próxima elección los peronchos le damos flor de biaba, otra que el Bayer y el Barsa. Así que ya sabés, atroden en la tapera, hacé uso y abuso de la catrera, morfá, y pará la oreja en la spica. Falta poco para el pire del bicho, por eso bancá, cumpa, bancá.
