Una oposición que araña paredes, buscando liderazgo

Por Margarita  Pécora   –

Eso no lo dice por ningún lado  la Consultora Management & Fit (M&F),  cuando  revela  su  encuesta  del mes de agosto, lapidaria para el gobierno de Alberto Fernández,  en el que  calcula la imagen de Horacio Rodríguez Larreta  con  un 67,6%  de aprobación de su gestión, por encima del presidente de la nación y sutilmente posiciona a Larreta como el líder de la oposición, aunque  deja mal parado a  Macri.

Para colmo agrega que la imagen de Axel Kicillof es la más afectada:  “la positiva cayó a 37,8% y la negativa subió a 50,3%”. La encuesta de la  Consultora de Mariel Fornoni reveló además que se mantiene  baja  la aprobación de la gestión nacional desde abril, con lo cual  deja instalado que  el oficialismo  está siendo superado por la oposición,  cuestión que  es refutada con  hechos palmarios de  gestión,  que si  los encuestados de M&F no han llegado a valorar en sus respuestas, es sencillamente porque están  sordos y ciegos, o  la encuestadora escogió  para su estudio,  a saber si intencionadamente,  solo a sectores de la oposición  que marcharon  el 17-A con disparatados mensajes  imposibles de resumir en una lógica defensa de la justicia, la libertad y la democracia.

Si la muestra se realizó sobre  la repercusión de esa marcha en  la  máxima dirigencia política en el mes de agosto, habría que recordar que  Rodríguez Larreta  se  despegó y no hizo acto de presencia- lo que  supone que atentó contra su liderazgo-; y    que  sus máximos organizadores-entre ellos Patricia Bullrich- lo hicieron  parapetados  dentro de un auto.

Ello no niega el peso negativo para el oficialismo que tuvo  la significativa presencia de personas en la  marcha convocada por las redes sociales,  donde conspiró  en  contra del gobierno, el manejo de la pandemia,  más que todo por  el anuncio de que el aislamiento social, preventivo y obligatorio se mantendrá hasta el 30 de agosto, y que se volverá a una fase más restrictiva en las ciudades donde se detectó una mayor circulación del coronavirus COVID-19 en las últimas semanas.

Si los  manifestantes  fueron  al banderazo  a defender  a Vicentín, para impedir su expropiación, lo que hicieron fue  revelar su permanente odio al estado, demonizándolo y creando  el fantasma de la estatización, aunque se tratase de una sola empresa, lo que les hace adoradores de la privatización.

Si  fueron al banderazo contra el proyecto  de reformar la Justicia, lo que se escuchó  fue  a personas gritoneando para que no “toquen” a ninguno de los jueces que siguen la causa de  “los cuadernos”.  Más que una marcha , lo que se vio  fue un aluvión siquiátrico- opinan todavía por las redes- donde  siguen subiendo imágenes y  declaraciones  reveladoras de una enorme  ignorancia  de quienes marcharon “contra el comunismo”  enarbolando  incongruentes ejemplos sobre robos, y mostrando  odios patológicos  contra la ex presidenta de la nación,  y hasta un  fanatismo terrorista  en el acto de  llevar un  patíbulo con  una soga colgando, mientras otros   exhibían pintadas  con la esvástica nazi en los simbólicos  pañuelos de las Madres. Una  manifestación que  se suponía pacífica, pero simbólicamente fue  muy violenta.

La  enajenación y la locura ideológica  están provocando serios desvaríos en los  remanentes de la oposición más rabiosa que subyace en la sociedad argentina. Los que  se   anclaron a sus bancas  en el  Congreso, y los que  no pudieron  llegar y se revuelcan  de la impotencia como lombrices sobre un puñado de sal  y de las   plumas ensangrentadas por la saña  de  sus ataques contra el gobierno, viven  tergiversando  y  esmerilando  sin parar.

La oposición araña las paredes  tratando de   posicionarse  y  adueñarse de las calles ayudada por periodistas   de los Medios concentrados ,  que lo  mismo  siembran dudas,  que venden  hidróxido de cloro …todo el tiempo sembrando rispideces,  hurgando  para encontrar   puntos flacos donde atacar;  incentivando  el rechazo a las vacunas, en lugar de celebrar  que el país  es un candidato firme para producir la de Oxford, y hasta la china; fogoneando  adversidad por  la declaración de  los servicios esenciales de internet, telefonía y TV paga  que deberían premiarse  porque es un acto de justicia   en beneficio de las  grandes mayorías y una decisión  muy oportuna en medio de la crisis económica que genera la propia pandemia.

Hay una fobia exacerbada por   Macri, Bullrich, Pichetto, Iglesias  Carrió y  hasta Prat Gay  diciendo  que el gobierno tiene miedo a perder la calle  que  se compro con choripanes y coca-“.

Recién, el  Presidente  Fernández, parece haber aceptado el convite y  ha salido  a confrontar acusando a Macri de haber dejado un desastre – nadie lo puede negar- o de ser insensible con la frase «el que tenga que morir…».  que ahora Macri niega .

De cualquier modo  Macri es un cadáver político, con  un nefasto aval de  cuatro años de saqueo al país y  encima   tildado de ser uno de los gobernantes más ignorantes que  se han sentado en la poltrona de La Rosada. No vale la pena confrontarlo, del mismo modo que estratégicamente no conviene  enseñarle los puños a Larreta porque sería  hacerlo más visible, de lo que  M&F  lo considera.

La mejor manera de ripostar al adversario que lanza coletazos  y se cree  hoy dueño de la calle, es mostrando con mayor énfasis los acuerdos , los logros de una gestión  que  está lidiando con  una pandemia,  y aún así  ha puesto  en marcha las maquinarias de la economía, logró acuerdos con los bonistas , está  ordenando la casa, y tan pronto  aplane la curva del coronavirus, podrá sacar  a la calle a respaldar la gestión, a millones de sus seguidores  que son hoy  los verdaderos dueños del espacio público en materia de política.