Decir que en Argentina se inventó una crisis, que estamos mal pero antes también o que la
gestión es mala pero la anterior también son frases que forman parte de un discurso opositor
a medias. Estas frases pueden provenir de la izquierda, de Pichetto o de Massa. Todos
funcionales a Macri. Pero no es la verdad y para llegar a ella nada como las estadísticas
macristas.
La revistas Forbes, que no es K, informó que la Argentina está al borde del colapso económico.
Lopez Murphy, que no es de la Cámpora, coincide con esta idea. Sesenta y dos mil millones de
dólares justifican esta coincidencia.
Esta cifra supera a los cincuenta mil millones cedidos por el FMI y que se han ido en gastos
corrientes. El mismo Melconian, que tampoco es k , opina lo mismo.
No obstante Macri sigue adulando a su público. Para eso persigue opositores, paga periodistas
y se presenta en el Congreso con un discurso gobeliano y una actitud clamativa nazi, por cierto
donde reina la mentira, la verdad permanece ausente, y la histeria colectiva es el objetivo a
lograr.
También su público son los jubilados, esos que espran el 82 por ciento móvil prometido. Los
mismos que pierden 9720 pesos anuales desde la reforma previsional. Aquellos que ahora
pagan sus remedios. Esos que integran, alguna vez, la tasa de suicidios que aumentó un
sesenta por ciento con respecto al 2015, esos viejos dejan los tratamientos médicos porque
cien mil remedios menos por día se venden en la Capital, ese es su público. Pero al menos se
alegra cuando Boudou o De Vido van presos y se indignan si se habla mal de Extorsionelli.
Los números siguen traicionando al espacio amarillo. La producción industrial en enero
derrumbó el 8, 8 por ciento de las PYMES. Los autos cayeron un 56 por ciento en sus ventas.
Las escrituras porteñas se redujeron un 55 por ciento. Los indigentes en CABA llegan a 198 mil
cuando en el 2015 eran 100 mil. Y si seguimos con la Capital no olvidemos que acaba de cerrar
Falaballe, Burger King en Florida, la embotelladora de Coca Cola e Hitachi. Que mal se te ve
Macri, se te ve muy mal porque para no ser pobre una familia precisa, por mes, 25794 pesos y
la inflación se proyecta en 35 por ciento para 2019 teniendo en cuenta que venimos de un 48
por ciento.
Pero para alegría macrista tenemos un aeropuerto en El Palomar. Tenemos una empresa que
vende pasajes aéreos a un peso por cabeza, que pierde 3 millones de dólares por mes y están
contentos, o sea muchachos el negocio es otro y de la buena. Se ríen en amarillo a pesar de las
lágrimas de 140 familias que dejaron sus casas para mejoras de un aeropuerto. Lloran pero el
intendente sonríe.
Pero todo no es lamento boliviano para Macri. Cumple con el FMI empobreciendo a su país. La
canasta básica cuesta un 63 por ciento más cara que en el 2018, 170 mil pensionados ya no
cuentan con su paga mensual, muchos discapacitados deberán trabajar con o sin piernas, eso
no es asunto del gobierno. El Plan remediar ya no existe. Regalaba 74 medicamentos, hoy existe el CUS (Cobertura Universal de Salud) que abastece de 7 remedios, igualito. Los pibes ya no
cuentan con el Plan Progresar, o sea 346 mil chicos sin posibilidad de estudio. Igual que Larreta
que cerró 14 escuelas, pero con Larreta no hay problema. El hombre paga 15 mil pesos por
maceta que adorna su territorio, o sea gastó 9 millones y espera seguir comprando macetas
por 43 millones, pero colegio nada.
Quieren que hable de la desocupación, de la pobreza cero?,Para qué? Después viene Majul
o Fantino y lo desmienten. La crisis fue inventada, el choreo no. Todas las obras públicas se las
lleva Nicki Caputo, todas las empresas del Grupo Macri aumentan sus ingresos porque el
presidente se coloca de los dos lados del mostrador, las mayorías siguen mal y encima
tenemos que odiar al gobierno anterior. Hace días murió el padre del prescindente. Ya su
gabinete se mueve para establecer una reunión con el Papa, pretenden beatificar a Franco, si
será el difunto Correo.
