El Metrobus no salva la desigualdad en el acceso al transporte público

El Centro de Estudios para el Desarrollo Económico y Social Urbano realizó un relevamiento acerca de la evolución y características del transporte público de pasajeros en el éjido porteño.
El informe indaga sobre la desigualdad en el acceso al transporte público dentro de la Ciudad de Buenos Aires, para lo cual desarrolla y presenta dos indicadores de conectividad: “Cobertura de transporte rápido” y “Distribución territorial de las líneas de colectivos según frecuencias”.
Entre las conclusiones, los investigadores observaron que la estructura “radiocéntrica” del transporte masivo en la Ciudad genera una concentración de medios en el área central, fundamentalmente del Subte, mientras que en la periferia de la Ciudad se observa una mayor dispersión. La ausencia de corredores “transversales” norte-sur evidencian una menor cobertura a media que nos alejamos del “este” de la Ciudad.
Sin embargo, la cobertura de un determinado medio en un territorio específico no implica necesariamente una buena conectividad. A partir de la comparación de valores normalizados, el Indicador nos permite reconocer aquellas zonas de la Ciudad beneficiadas en términos de conectividad. Si comparamos cobertura con conectividad nos encontramos con algunas diferencias»
Hay comunas como la 8 o la 15 que pueden tener una cobertura buena de
transporte, pero con bajos valores del Indicador. Al mismo tiempo, hay comunas como la 1 o la 14 que, teniendo valores regulares de cobertura, demuestran una performance del Indicador muy positiva. Esa es la diferencia cualitativa que exhibe el Indicador: dar cuenta de la calidad que ofrece cada medio, para poder observar en el territorio aquellas zonas con mejores y peores condiciones de conectividad.
Los resultados arrojaron que la presencia del Subte es determinante para alcanzar los valores más altos. Es esa variable la que explica en primer lugar los resultados que en promedio puede alcanzar una comuna. Y no solo la mera presencia, sino la combinación y articulación de los distintos medios
son beneficios evidentes.
Las comunas de la zona Sur han sido beneficiadas los últimos años con la construcción de dos ramales del Metrobus, evidenciando un crecimiento relativo considerable, que sin embargo no logran posicionar a las comunas en términos de conectividad en comparación con las comunas del norte de
la Ciudad. En cambio, la expansión de la Línea H en el Barrio de Parque Patricios le aportó a la Comuna 4 un nivel de conexión que no poseen otras comunas como la 8 o la 10, e incluso superó a la 12, que incorporó durante los últimos años 2 estaciones de Subte.
De esta forma podemos observar las desigualdades territoriales que se observan en otros aspectos de la Ciudad también en lo que refiere a la conectividad y las condiciones de accesibilidad al transporte rápido.
Es notorio como medios como el Metrobús cumplen un papel articulador en la red de transporte público, aunque no logran aportar el tipo de conectividad que ofrece el Subte, y en menor medida, el ferrocarril, por más que este último cumpla un papel más importante a nivel metropolitano.
Esto no implica negar ni minimizar las ventajas que conlleva la implementación de los corredores de Metrobus, sino que nos permite echar luz sobre los beneficios y límites de este medio de transporte para evaluar cuales deben ser las prioridades de las políticas públicas para mejorar la conectividad dentro de nuestra Ciudad.
El desarrollo de los cuatros medios, tanto desde el punto de vista de la infraestructura como de la operación, son fundamentales para mejorar la movilidad cotidiana de quienes habitamos la Ciudad de Buenos Aires. No se puede pensar una Ciudad con buena conectividad sin ampliar las redes de Subte, así como tampoco sin articular estos medios entre sí y con la red de colectivos que circula por la Ciudad.