A raíz del llamado a indagatoria del Juez BONADÍO a la Presidente CRISTINA FERNÁNDEZ caben para ella dos consejos, uno de un abogado y otro de un político.
Como abogado le diría que no tiene que preocuparse, porque la imputación no encuadra en ninguna figura delictiva y si así lo fuere ella está exenta de culpa, porque el Banco Central es autónomo y en todo caso, si hubo pérdida con la venta de dólar a futuro, se debió a una cruel devaluación que hizo su nuevo presidente a quien ella no eligió. Además este tipo de operaciones bancarias se hicieron, se hacen y se van a hacer, no solo en la Argentina sino en el mundo entero.
Como político le diría: “Señora busquemos un país amigo y pidamos asilo político, esto que está ocurriendo huele tan mal como descabellado es su pedido de indagatoria. La usarán como trofeo de guerra y si zafamos de ésta vendrán otras causas, ya está en gateras la muerte de NISMAN y al paso que vamos todo se va a acelerar progresivamente. No crea Ud. en la cordura, el equilibrio y mucho menos en la justicia, desde otro país Ud. podrá descansar y ver con más claridad las cosas”.
Puesto a razonar creo que los abogados no ganan batallas, no ponen a un pueblo de pie y mucho menos pueden como tales liberar a un país atormentado y confuso. Estos profesionales se involucran en temas individuales, muy excepcionalmente de índole colectiva y no miden los efectos a futuro que pueda padecer su defendido. El político para ser tal tiene que ver más allá, anticiparse al devenir de los tiempos y tener un panorama amplio para proyectarse. Por eso me inclino por el segundo consejo.
La indagatoria es un acto discrecional del juez e importa para el imputado (en este caso CRISTINA) una posibilidad de defensa, por lo tanto es inapelable, o sea que hay que presentarse obligatoriamente frente a este pirata fantochado de juez federal. Dar esa posibilidad de festejo y goce al partido gobernante es demasiado, mucho más si consideramos el momento crítico que vive el Partido Justicialista y el país. No viene al caso discutir los pormenores de la causa, ni las nulidades que cabrían, en este caso es el propio juez quien convoca y es él mismo quien determina si la absuelve o la procesa, una aberración jurídica que se iba a solucionar con el nuevo código de procedimientos que el macrismo anuló de un plumazo.
Pienso CRISTINA que esta tierra está enferma, huele a azufre, hay muchos que te respaldan pero hay otros, que no se si son tantos pero sí muy tontos, que prefieren seguir bailando en la cubierta del Titanic mientras violan a sus hijas y a sus esposas en los camarotes inundados de crisis, miseria y hambre. No se trata de huir sino de protegerte, lo que no impide que la otra parte del pueblo pida por vos en las calles y en las plazas, de paso el mundo sabrá que este país ha sido usurpado por una banda empresarial, que ha comprado la justicia y ha envenenado a gran parte de sus habitantes.
Un abrazo: GARCILAZO
