Si malas son las noticias recientes, peores serán las que vendrán, porque nos han acostumbrado que lo tétrico se supera día a día, casi minuto a minuto. El macrismo ha decidido tomar revancha y está apretando todos los botones de la desgracia y el despropósito, utilizando su legítimo triunfo electoral está despedazando el Estado en beneficio de unos pocos, mientras queda fuera de la fiesta más del 90 % de la población, aunque sólo el 48 % del total se dio cuenta.
Sin duda muchos del FpV se equivocaron y tal vez muchos más traicionaron, para muestra alcanzan dos botones de la Provincia de Buenos Aires: En Chivilcoy, la tierra de RANDAZZO, se perdió por casi 3 puntos (55.53 a 44.47 %); en Chacabuco, la tierra de Julián DOMÍNGUEZ la derrota fue mayor 55.53 % a 44.47 % (más de 11 puntos). El primero aspiraba a ser Presidente de la Nación y el segundo a gobernar la provincia…
Ninguna de las dos ciudades tiene más de 25 kilómetros cuadrados (50 cuadras por 50 cuadras). Con un megáfono parado en cada esquina, tocando timbre en todos los portales, si yo pierdo en mi ciudad debería cortarme los testículos con un grissín, hasta que mi sangre de horchata bañe todos los rincones de mi casa, a no ser que yo y mis seguidores hayamos votado por el contrario…
En el medio está la gente, los honestos, los laburantes y los de buena fe que no hicimos nada para merecer esto. Cuando el peronismo habla de LEALTAD, aunque los de afuera piensen que se trata de “verticalidad”, estamos diciendo “honestidad”. Sin el peronismo nadie gana una elección en la Argentina y es mentira que con esos solos votos no alcance, ocurre que dentro del partido hubo, hay y habrá muchos traidores, que más temprano que tarde deberán pagar como corresponde, para que la historia los recuerde como lo que realmente han sido.
