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Niembro: tres operaciones en la mira por lavado

Tres reportes del Banco de la Ciudad alertaron a la UIF sobre movimientos poco claras por más de 5 millones. La Procelac pide investigar posible lavado de activos. Junto al candidato del PRO, está involucrado Meza.

Las «operaciones sospechosas» reportadas por el Banco de la Ciudad de Buenos Aires y que involucran a Fernando Niembro, candidato a diputado de Cambiemos, y a su ex socio Atilio Alberto Meza, superan los $ 5 millones. La opacidad en torno al origen y manejo de ese dinero, que en todos los casos fue depositado por el gobierno porteño, gatilló los mecanismos de control que exige la Unidad de Informaciones Financieras (UIF) y justificó, para la Procelac, la puesta en marcha una investigación por la posible comisión del delito de «lavado de activos provenientes de actividades delictivas».
Así lo sostuvo la procuraduría que dirige el fiscal Carlos Gonella, quien días atrás presentó una denuncia para aclarar, entre otros puntos, por qué y cómo esa cifra –exactamente, $ 5.074.223– llegó a manos de Niembro, Meza y La Usina Producciones, la firma de publicidad que comandaron juntos.
El otro pilar del pedido de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos son las revelaciones hechas por este diario, que pusieron en evidencia los negocios por unos $ 20 millones que estos dos empresarios realizaron con la gestión de Mauricio Macri.
En concreto, fueron tres Registros de Operaciones Sospechosas (ROS) informados por el Banco de la Ciudad a la UIF, dando cuenta de maniobras bancarias «relacionadas con acreditaciones realizadas a favor de los investigados por parte del GCBA», según detallaron Gonella y el fiscal ad hoc Milton Khaski, los dos firmantes de la denuncia que recayó en el Juzgado Federal 7, a cargo de Sebastián Casanello.
La acusación de la Procelac también alcanza a varios funcionarios porteños, como el jefe de gobierno electo, Horacio Rodríguez Larreta; la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley; y la de Salud, Gabriela Reybaud.
El mayor monto fue advertido en el ROS N° 19744029, del 31 de julio de 2013, por el cual se informó que La Usina ingresó «en la Cuenta Corriente  N°2267/ que la firma posee en la sucursal 52 –Plaza de Mayo– (…) la suma de $ 2.437.139,77». El reporte detallaba que, del total, $ 7000 «corresponden a un depósito en efectivo realizado en la sucursal La Plata y el resto a 48 transferencia DATANET provenientes del GCBA». Además, se precisaba que «los egresos son en su mayoría por medio de cheques pagados por ventanilla, por importes que van des $ 200 mil a $ 400 mil.»
El primer ROS, el Nº 17.361514, había sido remitido el 25 de abril de 2013. En él, el banco dejó registro de que Meza, «titular de la Caja de Ahorro N° 24188/9 de la Sucursal 52», recibió «durante el periodo analizado 8 transferencias por un monto total de $ 630.763,11.» La entidad agregó que el socio de Niembro –quien además trabajó en la SIDE durante el menemismo– está «registrado como firmante de la Cuenta Corriente N° 2267/1 de la misma sucursal», abierta en octubre de 2012 a nombre de La Usina, «la cual recibe también transferencias de la Cuenta Única del Tesoro, sin presentar documentación que respalde los movimientos registrados en la cuenta ante el pedido que oportunamente le efectuó la sucursal». En esa oportunidad, el banco consideró que «la documentación obrante resulta insuficiente para justificar las operatorias, siendo retiradas grandes sumas de dinero en efectivo».
El segundo ROS, complementario del anterior, lleva el número 54640267 y está fechado a mediados de febrero de pasado. En ese caso, el Ciudad alertó que la cuenta corriente a nombre de La Usina «recibió durante el periodo investigado 12 transferencias de la Cuenta Única del Tesoro por un total de $ 1.990.230,13, y observó dos acreditaciones en concepto de ‘embargos’ por un total de $ 16.091,13». La Procelac señaló que, en ese mismo documento, «la entidad reportante informó además que el 05/11/2014 remitió al Sr. Meza un correo electrónico solicitando que presente la documentación de respaldo por los ingresos registrados en la cuenta y, ante la falta de respuesta por parte del cliente, con fecha 26/11/2014 le envió bajo la misma consigna una carta documento.» La medida no tuvo éxito: la misiva retornó sin ser recibida, por problemas con el domicilio consignado. Esto a pesar de que la entidad la había remitido «a la última dirección declarada por el cliente en el Banco, la cual también figura en los registros de AFIP y en informes comerciales.»
En vista de estos y otros elementos –como la adquisición de autos de alta gama en simultáneo a los contratos con el PRO–, Gonella consideró que se daban los requisitos para avanzar en una pesquisa por posible lavado de activos. Por un lado, sostuvo que «se desconoce la procedencia de los fondos utilizados para la adquisición de diversos bienes», y por el otro, no descartó que con estas acciones los acusados buscaran «insertar en el circuito legal dinero que, cuanto menos parcialmente, obtuvieron como producto de los hechos ilícitos descriptos.»

TIEMPO ARGENTINO

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