Opinión

 EE.UU. eroga más fondos para avivar la llama de las  guerras.

 

Por  Margarita Pécora B.  –

El Senado de EE.UU. acaba de aprobar una ayuda de 95.000 millones de dólares para Ucrania, Israel y Taiwán, aunque  el proyecto tiene un futuro incierto en la Cámara de Representantes que está compuesta en su mayoría por legisladores republicanos. Muchos de éstos, no comparten la idea de que continúe semejante  inyección de dinero para la industria armamentista que alimenta la llama de las guerras  activas en  la actualidad.

Y esto nos da la medida del perseverante esfuerzo que hace Washington por mantener ese colosal envío de fondos  para  la industria de la muerte,  porque que todos sabemos que, por ejemplo,   el genocidio israelí  ha costado ya la vida a más de 27 mil palestinos   que Israel considera son todos terroristas…

Esto es lo que explica, por qué   no  terminan las absurdas, injustas y desgastantes  guerras que sacuden  a la humanidad y  que la colocan al borde de una tercera guerra mundial, cuando alguno de los rivales  decida apretar el botón rojo de las temidas armas nucleares.

En su reciente entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson,  le preguntó al presidente de Rusia Vladimir Putin si había considerado dialogar directamente con el mandatario estadounidense, Joe Biden, para buscar un acuerdo que acabe con la guerra de Ucrania.

Y Putin fue enfático en asegurar que hay contacto entre algunas agencias rusas y estadounidenses pero que “no hay nada de qué hablar” mientras EE.UU. siga enviando armas a Ucrania, una política que calificó como «error estratégico». Por eso dijo tajante: “si realmente quieres dejar de pelear, tienes que dejar de suministrar armas. Se acabaría en unas pocas semanas”.

Y para muestra un botón,   ya vemos cómo  Estados Unidos  no quiere que se acaben esas guerras, no le conviene afectar el  gran negocio armamentista. Nadie se crea esos cuentos de que lo hace  por ayudar a la paz en el mundo.

Aunque EE.UU.  internamente está   muy golpeado  económicamente y  la sociedad norteamericana no quiere saber de guerras, ellos insisten en exportar  conflicto, y alimentar arsenal bélico  poderoso.

Por este motivo el Senado de los Estados Unidos, liderado por los demócratas, aprobó  este martes un paquete de ayuda de unos 88.500 millones de euros (o 95.340 millones de dólares) para Ucrania, Israel y Taiwán.  Por supuesto que ahora la pelota queda  del lado  de la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen la mayoría.

Un pequeño grupo de republicanos opuestos a los 55.700 millones de euros (o 60.000 millones de dólares) destinados específicamente para Ucrania, argumenta que Estados Unidos debería centrarse en sus propios problemas, antes de enviar más dinero al extranjero, un punto de vista compartido por el expresidente Donald Trump.

Sin embargo otro grupo de republicanos votaron junto con casi todos los demócratas para aprobar el paquete  financiero, y argumentaron que “abandonar Ucrania podría envalentonar al presidente ruso Vladímir Putin y amenazar la seguridad en todo el mundo.

¿Se dan cuenta que dentro de Estados Unidos, las operaciones de los médicos  poderosos y hegemónicos han sembrado la idea de que Rusia es el enemigo, y todo gira y gira en torno   a Moscú y a Putin  demonizados una y otra vez.  Así uno se  percata de que en la geopolítica mundial  y de la Casa blanca en particular, Rusia es el blanco, es el motivo de la obsesión, es el enemigo  atacado sin piedad, porque en el fondo, por si  algunos lo dudan,   le tienen pánico al poderío militar de Moscú.

Y ahora para colmo  en medio de este escenario, apareció el ex presidente Donald Trump pateando el avispero, provocador como es, diciendo que apoyaría un ataque ruso contra los aliados que no gasten lo suficiente en defensa, lo que ha sido interpretado como   un «guiño» a Putin. Y eso ha  levantado tremendo revuelo en la comunidad internacional.

Tal es la mentalidad guerrerista   de esta gente occidental,   o el miedo  que le tienen a  Moscú, que   ven importantísimo  que tanto la OTAN como la Unión Europea se hayan mostrado y se estén mostrando unidas en su ayuda a Ucrania , un apoyo que,  piden no decaiga.   Y por eso están   muy preocupados  por las palabras de Trump,  y dicen que son  «desde todos los puntos de vista inaceptables», en las que dijo que «va a permitir» que Rusia ataque al aliado de la Alianza Atlántica que no llegue a un gasto en defensa del 2 % del PIB.

Estos lacayos  occidentales se siguen  refiriendo a la guerra que se libra en Gaza- que es mal llamada  guerra porque  no se trata de dos países con ejércitos en condiciones similares  de armamento, sino un país como es Israel,  con un ejército poderoso,  que ocupa y desde hace muchísimos años,  a otro pequeño y ahora busca  exterminarlo.    Y aun así en Occidente y EE.UU.   siguen  condenando el ataque de Hamas, pidiendo  la liberación de los rehenes, pero  no se les oye   denunciar   los ataques israelíes a mujeres y niños,  ni señalar que la solución pasa por un alto al fuego inmediato. Algo que no se podrá lograr, mientras Estados Unidos siga inyectando  paquetes de ayuda millonarias  a Zelensky  y a Netanyahu,  para que sigan manteniendo  viva la llama de las guerras.

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