INSÓLITO
Por Carlos Galli.
En un acto por el DIA del TRABAJO, el Diputado Máximo Kirchner fue el principal orador. Pregunto.
¿Qué tiene que ver el líder de la Cámpora con el LABURO?
Recordemos que hasta hace algunos años, sus horas y su pasatiempo era jugar a la play.
Su C.V. (Currículum Vitae), es ser portador de apellido.
Su «secta» política se apoderó de las cajas más importantes del Estado. Anses, Pami, YPF, entre otras.
En los actos se lo ve «custodiado» por una guardia pretoriana.
Le tiró dardos envenenados al impresentable Ministro de Economía, Guzmán. Es fácil hacer leña de un árbol caído.
Se le pueden aceptar múltiples palabras necias y vanas palabrerías. También que quiera hacerse el revolucionario del Siglo XXI. Que no esté de acuerdo con el arreglo antipopular con el FMI.
Hasta se le puede disculpar que crea que su agrupación intente, sin lograrlo, parecerse a la maravillosa y gloriosa JP de la tendencia.
Yendo aún más lejos, se puede entender su afán y aspiraciones de gobernar la Provincia de Buenos Aires.
Se le puede justificar que haya renunciado a la jefatura del bloque.
Hasta se entienden sus enormes diferencias con el Presidente Alberto Fernández, y con el Ministro más desgastado del gabinete.
Aunque es muy difícil, se le puede aceptar que se sienta el heredero del trono. Nadie puede quitarle esa ilusión, que quedará indefectiblemente en eso, una mera ilusión. No le da el target ni el pinet, para sentarse en el sillón de Rivadavia.
Se puede tolerar, que se sienta el dueño de la verdad absoluta y revelada, que sus seguidores y seguidoras, lo vean como la reencarnación del «Che».
Es hasta admisible, que tenga aspiraciones de crecer políticamente, y que sus discursos tribuneros hagan exaltar a miles de pibas y pibes, que lo escuchan como si fuese un estadista.
Se le puede tolerar que, esté haciendo astillas, rompiendo en pedazos el Frente de (casi) Todos, o el Frente de Todos contra todos, como usted prefiera estimado lector.
Hay quienes le creen que es capaz de realizar una revolución social, y cambiar el destino de nuestra amada Nación.
Se le pueden tolerar y aceptar todo lo expuesto, y mucho más, pero que sea orador en un acto por el Día del Trabajo, esto SI, es inaceptable y carente de toda lógica.
Máximo Kirchner, usted tiene su autoestima por las nubes. Y no está mal que se crea indispensable. Pero le pido, por favor, si su soberbia se lo permite, deje de ser tan engreído. No subestime al pueblo que dice representar. Hace tiempo que dejamos de comer vidrio. Ya bastantes sapos nos hemos comido.
La SARASA y el bla bla, se lo podemos respetar. Pero el sábado 30 de abril, cuando fue el principal orador, le faltó el respeto a los laburantes. El 1° de mayo, es una fecha muy cara para los trabajadores. Hay que recordar los discursos del General Perón, de Evita, nuestra única abanderada, de Raimundo Ongaro, de Agustín Tosco, y muchos más. Los que luchaban en serio por los derechos y por la dignidad de los laburantes.
De aquellos viejos militantes que pusimos el cuerpo en épocas de plomo.
Como un militante que peina canas, con los achaques de mis 70 años, con cicatrices en el cuerpo, que no terminan de cerrar. Con muchos primeros de mayo, dónde sufrimos represiones, culatazos, gases lacrimógenos, y caballos que nos pisoteaban, con milicos que le daban rienda suelta.
Diputado, puedo soportarle casi cualquier cosa, a mí no me cambian un ápice sus discursos de barricada, pero pretender ser el representante de los laburantes, es una ironía. Un despropósito.
El 1° de mayo es una fecha de los trabajadores. No sé adueñe de ella.
POSDATA:
El 1° de mayo los PERONISTAS llenamos la mítica plaza.
Hoy lo hacen la «organizaciones sociales» y los gerentes de la pobreza.
¿Qué nos pasó COMPAÑEROS?
Nos ganaron la calle y también la plaza.
Insisto, ¿Qué nos pasó COMPAÑEROS?
