Guerra ruso-ucraniana: La esperanza de paz sobre la mesa en Estambul
Por Margarita Pécora.
Resultaría mucho más cómodo hablar de temas que resulten gratos, que infundan paz y esperanzas, pero lamentablemente la guerra ruso-ucraniana que estalló el pasado 24 de febrero, sigue siendo la principal vedette que baila sobre la agenda mediática global su danza de muerte y amenazas inquietantes sobre el tentativo uso de arsenal nuclear que elevaría el conflicto a escala mundial entre Rusia y la OTAN para colocarnos ante una temida tercera guerra mundial.
Ante semejante peligro, lo que más se ansía es que se haga realidad y lo antes posible, una cumbre entre Putin y Zelensky, y que alguna de las dos partes en conflicto, ceda, y se produzca un alto al fuego que ponga fin a tantas pérdidas de vidas, que es lo más lamentable, porque en ultima una ciudad devastada por un bombardeo se puede volver a levantar de sus cimientos, pero una vida no.
Europa se ha sumado a las sanciones económicas contra Rusia, con diversas acciones para debilitar a Moscú, pero no es menos cierto que tiembla ante los efectos colaterales que está generando esta guerra, con cimbronazos en la esfera económica, la imposibilidad de acceder al gas ruso y toda una cadena de efectos adversos que hace llegar también sus esquirlas a América Latina, incluida la Argentina en batalla que sacude a la política por el precio de los granos y una inflación galopante.
Pero hay quienes se ven más afectados, por ejemplo los exportadores de bananas de Ecuador, los productores de carne de Colombia y los importadores de fertilizantes en Brasil que ven sus negocios en riesgo, ya que Moscú y Kiev, compraban casi la cuarta parte de las bananas que exporta Ecuador, para que se tenga una idea.
Por eso ante semejante incertidumbre económica y política y social, preocupan tanto las declaraciones descolocadas de personalidades claves para el destino del conflicto, como la del presidente de Estados Unidos Joe Biden, quien de una manera demencial, justo cuando se está avanzando en negociaciones que podrían poner fin al conflicto, sale a acusar a su homologo ruso Vladimir Putin, de ser un criminal de guerra. Ante semejante agravio por supuesto que los rusos respondieron con fuego de palabras.
Y justo sale Biden a provocar a Putin, cuando se está avanzando en la nueva ronda de negociaciones que tiene por escenario Estambul, capital de Turquía., desde donde fuentes bien informadas sostienen que Altos cargos de la delegación ucraniana, ya hablaron con funcionarios rusos y afirman que se han producido avances tras un día de conversaciones en Turquía, y han dado más detalles sobre las garantías de seguridad que espera Ucrania tras un alto el fuego.
Mykhailo Podolyak, asesor del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, se refirió a las conversaciones sobre el estatus de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
Subrayó en cuanto a los territorios de Crimea y Sebastopol, que se acordó en formato bilateral hacer una pausa de 15 años y llevar a cabo conversaciones bilaterales sobre el estatus de estos territorios». Del mismo modo hacen hincapié en que Ucrania y Occidente se han negado a reconocer la anexión rusa de la península, y la pausa podría ser una fórmula para quitar el tema de la mesa por ahora.
El presidente turco Recep Tayip Erdogan dijo a los periodistas el viernes pasado, que Ucrania y Rusia parece haber llegado a un «entendimiento» en cuatro de los seis temas discutidos durante las negociaciones, incluida la exclusión de Ucrania de la OTAN y la aceptación del ruso como idioma oficial..
Esto da al menos un hálito de esperanza de que imperará el sentido común de dos hombres claves para desescalar el conflicto en Ucrania.
Esperemos que una cumbre entre Putin y Zelensky sirvan para terminar esta tragedia que conmueve al mundo y que nos lleva a creer que realmente lo primero que muere en una guerra, es la verdad.
