¿Y EL PACTO DE GINEBRA?

Por Carlos Galli.

El dictador y tirano, ex KBG, asesino de la ex URSS invadió Ucrania. Primera Guerra del Siglo XXI. Esgrimen hacerlo en nombre de la libertad y los Derechos Humanos. La hipocresía elevada a la enésima potencia. Un país que inventó millones de vacunas contra el COVID, y que salvó y sigue salvando vidas, ahora lanza misiles para matarlas. Que absurda paradoja.

Toda guerra deja sangre, lágrimas, dolor, huérfanos, viudas y muertes. Sabemos que la venta de armas es el segundo «negocio» más rentable del mundo. El primero, es casi obvio, el narcotráfico. Nada justifica las guerras. Ni las pasadas, ni las por venir. Existen guerras religiosas, territoriales, por odio a diferentes etnias, pero todas sin ningún tipo de dudas, todas son un incalculable y enorme negocio. No hay ideales. No existen ideologías. No existe lógica, son guerras geopolíticas, por el oro y por el petróleo, todo lo demás que se dice es sarasa. Criticamos y despreciamos al imperialismo yankee, y vemos con estupor que Rusia es la otra cara de una misma moneda. Son iguales, unos por derecha y otros por una seudo izquierda.

Buena es la sal, pero si la sal se hiciere insípida, ¿Con que se sazonaría? Ni para la tierra, ni para el muladar es útil, y la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.

Todo el que procure salvar su vida, la perderá, y todo el que la pierda, la salvará.

Claro, que la mayoría de los políticos y sus miserias, difícilmente entiendan esto último. No es para el entendimiento de todos, ni de todas.

Hay muchas profecías, pero hay una clave, lean Lucas 24, versículo: 10.

Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Y habrá grandes terremotos y en diferentes lugares, hambres y pestilencias y habrá terror y grandes señales del cielo.

Habrá señales en sol, en la luna y en las estrellas y en la Tierra, angustia de la gente, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas.

Mientras estoy escribiendo esta nota de opinión, se acumulan los muertos en la Ciudad de Kiev, Ucrania. Ya hay sangre en sus calles. Ya hay lágrimas en millones de ojos inocentes.

Mientras todo esto ocurre, Vladímir Putin come caviar con el mejor champagne.

No es nada fácil hacer una nota cuando se escribe sobre guerra y muerte. Sería mucho más sencillo hacer una nota de opinión criticando al Frente de algunos, o al Rejuntado por el Cambio. Ya habrá tiempo de hacerlo. Hoy nos embarga la tristeza de una guerra, de un estallido bélico que, como tal, siempre es en vano. Ninguna de ellas deja enseñanza alguna. Todas son injustas y llenas de vanidades y egoísmo.

Vladímir Putin, su alma arderá en las llamas del infierno. Para usted, los suyos y los cómplices que lo apoyan, no tendrán el perdón de DIOS. Para ustedes no habrá misericordia ni compasión.

POSDATA:

El discurso del Presidente de la Nación Alberto Fernández, fue tan tibio que tiene que ser repudiado.

Nada enérgico. Nada de repudio. Su devoción al tirano y dictador es vergonzosa. Da lástima, pero no sorprende. Siempre fue y será un tibio.

¿Por qué no se anima a decir que lo de la Federación Rusa es una invasión? ¿O se lo han prohibido?

Vamos Presidente, ponga las barbas en remojo. Y los huevos…. también.