Los únicos sordos y ciegos del genocidio contra Cuba

Por Margarita Pécora B. –
Después de la rotunda victoria que obtuvo Cuba hoy en la Asamblea General de Naciones Unidas, al conseguir la mayoría de los votos (184), en su reclamo sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América, cabe preguntarse: si fue aplastante esta votación ¿cuándo por fin se va a concretar el levantamiento total de la injusta medida?¿ Puede el presidente norteamericano Joe Biden dejar de hacerse el ciego y sordo ante un reclamo que por 28 ocasiones, ha respaldado el mundo, (con excepción de Israel)?
A fuerza de ser sinceros, no esperábamos que Biden desafiara a la mafia cubanoamericana con enorme poder en el Senado y tanto odio acumulado contra Cuba, ordenando un voto positivo de Estados Unidos, pero al menos pudo haberse abstenido.
Lo cierto es que en estos 6 meses de gobierno, el demócrata no puso a Cuba entre las prioridades de su política internacional, y ese desprecio ha repercutido en el agravamiento de los daños del brutal bloqueo sobre el pueblo cubano sumando los efectos de la pandemia, porque Biden no ha movido ni un solo dedo para desarticular las 243 medidas que su predecesor Donald Trump reforzó contra la Isla, a pesar de que el mandatario demócrata incluyó entre sus promesas de campaña el asunto de las relaciones con Cuba que había descongelado Barack Obama.
La Isla llegó a la ONU este año comparando el bloqueo estadounidense con el poder mortífero del virus que nos agobia. Y no exageró en su discurso Bruno Rodríguez, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, al presentar el proyecto de Resolución titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo…, cuando consignó que “El gobierno de los Estados Unidos asumió el virus como aliado en su despiadada guerra no convencional; recrudeció, de manera deliberada y oportunista, el bloqueo económico, comercial y financiero; y provocó al país pérdidas por alrededor de 5 mil millones de dólares.
El diplomático caribeño dio testimonio «del sufrimiento y la ansiedad que provocan en las familias cubanas el desabastecimiento y la inestabilidad de productos imprescindibles y de primera necesidad, visibles en largas colas, que a diario agobian a los cubanos en medio de la pandemia».
Y somos testigos a través del padecimiento de nuestras familias, de que varias administraciones norteamericanas han querido poner al pueblo de rodillas para que abandone su proyecto soberano. Y no es una sensación, sino una triste realidad; Cuba agoniza por carencias de todo tipo, desde medicinas , alimentos, combustible y mucho más, por culpa de un gobierno distante apenas 90 millas de sus costas, que abusando de su poderío , somete a más de 11 millones de cubanos con una obsesión casi enfermiza. Lo que sorprende es que , a pesar del dolor por la ignominia y del desaliento que consiguen en algunas minorías dentro de la isla, financiadas para tales fines, hay una mayoría del pueblo cubano resistiendo con dignidad y haciendo proezas.
Qué es si no, la hazaña de la ciencia cubana que hoy asombra al mundo con la producción de 5 candidatos vacunales tres de los cuales ya tiene aplicados en estudios de intervención o intervenciones sanitarias, a 2 millones 244 mil 350 cubanos con al menos una dosis y se proponga vacunar al 70 por ciento de su población durante este verano y al total de la misma antes de concluir el año.
¡Quién puede vivir bajo el yugo de 243 medidas coercitivas unilaterales que impiden el flujo regular e institucional de las remesas a las familias cubanas, golpeando duramente a los trabajadores por cuenta propia o privados y dañando los vínculos con los cubanos residentes en Estados Unidos con sus familiares en la Isla!.
Calculen que Cuba, un país de enorme belleza natural que fomentó el turismo y lo consolidaba como su rubro principal, ha visto interrumpido abruptamente por este bloqueo el arribo de viajeros estadounidenses. Llevan años los enemigos de Cuba haciendo lo indecible para perjudicar a empresas extranjeras que tienen hoteles y servicios turísticos en la isla. No conformes con ello, han desatado una campaña bestial para difamar a los servicios internacionales de salud, y como textualmente señalara el canciller Bruno Rodríguez, “Estados Unidos, incrementó el acoso a las transacciones comerciales y financieras en otros mercados, y se propuso amedrentar, con la aplicación del título III de la Ley Helms-Burton, a inversionistas y entidades comerciales extranjeras.
Uno se pregunta, cómo puede ser que a la vista de este mundo interconectado, existan aún quienes ignoren el genocidio que sigue cometiendo el gobierno de EE.UU. contra Cuba.
La respuesta es fácil de encontrar: Los sordos y ciegos son los que cometen crímenes similares contra el pueblo palestino, como es el caso de Israel, país que vota reiteradamente contra de Cuba porque la isla condena semejante ultraje; como no asombra la abstención de Brasil hoy en manos de un lacayo de la ultraderecha más reaccionaria que jamás se haya visto, y que ha dejado morir a miles de brasileros por su política irresponsable frente a la pandemia, lo mismo que el presidente de Colombia que ha masacrado a su pueblo.
Por testimonial que parezca este resultado de Cuba en la ONU, es una prueba de que ya Estados Unidos no tiene más prerrogativas, y le toca a Joe Biden responder con honor y coraje, si lo tiene, promover el levantamiento inmediato del bloqueo a Cuba que ya sabe el mundo , y se lo dijo Obama que es obsoleto. Y a esto Cuba le agrega que es una violación flagrante de los derechos humanos que califica como un genocidio y no va a parar de denunciarlo con todas sus fuerzas por todos los rincones del mundo.



