ANTES TE MATABAN, HOY TAMBIEN

Por Dany Wilde.

Patricia Bullrich fue protagonista de la política argentina en los setenta, en los noventa y en estas décadas del siglo 21. Nadie lo discute. Jamás optó por crear herramientas para el bienestar general, esto tampoco nadie lo discute.

En los setenta, su juventud, su rebeldía la ubicó con los Montoneros y fue una de las encargadas de engañar a muchos compañeros en la llamada Contraofensiva del ´79 cuyo resultado fue una enorme matanza. El sistema la premió, las bases no la castigaron y su vida siguió.

Armó agrupaciones con la derecha argentina desde un supuesto peronismo. En los ´90 llegó al Congreso donde Menem fue su referente. Nadie nunca le recordaba los muertos de los ´70, ni los militares ni sus compañeros. A su lado militaba en la cámara baja, Elisa Carrió. La chaqueña laboró para la dictadura desde la supuesta justicia. También ingresó al estado en los ´70. La tragedia de Margarita Belén fue un hecho donde militantes peronistas cayeron bajo las balas de sus jefes y ella ignoró como empleada, ignoró como diputada. En los noventa y tiempo después tampoco nadie le reclamó nada.

Este dúo dinámico formó parte de la alianza junto a Fernando de la duda. Aplaudieron el corralito y una política económica que empobreció sobremanera a su pueblo. La chaqueña compartió la idea de la piba, de bajar el 13 por ciento del enorme sueldo a los jubilados. Ambas defendiendo un gobierno de derecha y gritando que su límite era Mauricio Macri. Al mismo tiempo seguían combatiendo al peronismo.

Ni Pili, ni Mili de la política, ni nue, ni eve del siglo 20 osaron utilizar la democracia para que el pueblo mejorara su vida. Jamás nunca esa idea pasó por sus mentes. En la década k coquetearon al principio con el matrimonio Kirchner. Quizás lo hicieron en nombre de los servicios de inteligencia que representaron y que forman parte en la actualidad, quizás no. Probablemente pretendían acercarse al oficialismo como fuego amigo. En concreto, llegó Cristina y los alaridos de este dúo salieron en cadena nacional.

Macri llegó al gobierno con la colaboración de aquella que lo había insultado durante una década. La obesa y siempre empleada del Estado desde los setenta lo supo defender a capa y espada. Carolina Serrano también. La diferencia entre una y otra es que la piba llegó a Ministra para manejar un abultado presupuesto y seguir comprando propiedades en los Estados Unidos gracias al negocio de las armas. La obesa se conformó con la dieta y el sueldo de IECSA (empresa de Macri).

Sabemos el desastre económico que realizó Macri, donde perjudicó trabajadores y jubilados además de triplicar los suicidios. Una política de muerte, y si hablamos de muerte no podían faltar el dúo: la gorda y la flaca.

Un gobierno popular nuevamente en el gobierno trata de poner de pie a la Argentina. El trabajo es doble ya que la pandemia sanitaria hace estragos en la economía además de llevarse al otro mundo 76 mil almas.

ES una situación especial, única, donde en casi todo el planeta el partido opositor al menos no combate la política económica del partido gobernante. En Argentina sí. La ex diputada comenzó con la vacuna rusa que envenena y que es un negocio de la yegua. La misma vacuna que el mundo considera la más eficiente. Esa vacuna que delante de Jonatán Viale y Feinmann, la chaqueña dijo que es la mejor y que nunca presentó causa al presidente por envenenar a la sociedad. La mirada de los mercenarios periodistas era para hacer un cuadro.

Su socia no se quedó atrás. Organizó marchas anti-vacuna donde enfermó y mató gente. Otra vez las dos del lado de la muerte por unos pocos votos que no le servirán para ganar la elección de medio término. Quizás estas muertes sean útiles para un golpe blando, el deseo de ambas.

Las dos combaten al gobierno, las dos militando en la derecha para que el bienestar de la gente sea una utopía. La piba y la obesa en el siglo 20 y en la actualidad con la parca como socia mayoritaria. Las dos multiplican sus bienes con la pobreza ajena, las dos hablan de lo que no saben ni entienden, la justicia social. Las dos forman parte del enemigo con un discurso moralista y mentiroso. Las dos ignoraban la muerte de sus compañeros en los setenta, ahora también. ¿No le parece?