Rusia vs. EE.UU: ¡Van a arder en el infierno!

Por Margarita Pécora B. –
Por estas horas se teme una peligrosa escalada bélica entre dos potencias nucleares, a consecuencia del bombardeo desde Ucrania, a Crimea, con armas de EE.UU. Una gran conmoción ha producido el acto calificado de terrorista, perpetrado el 23 de junio en una playa de Sebastopol, por soldados ucranianos con armas estadounidenses en la península de Crimea ocupada por Rusia. Un hecho que seguramente va a ser recordado en la historia de esta cruenta batalla entre rusos y ucranianos, por las tropas de Kiev al mando de Zelenski y con la complicidad directa de Washington, con el índice acusador de Rusia encima, que ya lo tiene en el ojo de la devastadora tormenta que podría lanzar.
El cruento hecho que hoy conmueve a la opinión pública, y que sigue recorriendo las redes sociales bajo la alerta de que “ las imágenes pueden herir la sensibilidad del público”, fue el que terminó con la vida de al menos 4 personas inocentes, entre ellos dos niños y 153 heridos rusos.
Como ya se ha informado, fragmentos de la ojiva de racimo de un misil ATACMS afectaron dos playas, en las que había numerosos veraneantes rusos en ese momento. La complicidad directa de Estados Unidos, ha sido denunciada enérgicamente por Moscú. De ahí parte la lapidaria frase de Dimitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso de que los culpables ¡van a arder en el infierno!
Es notorio cómo el gobierno de Putin está manifestando con fiereza el enojo que ha causado este acto contra ciudadanos inocentes. Es por eso que el mundo está muy expectante a ver lo que dirá Estados Unidos, ahora que Rusia convocó a la embajadora Linda Tracy, y que amenazó con “consecuencias” tras ese bombardeo ucraniano en Crimea, que dicho sea de paso, iba a ocasionar una masacre mucho mayor, porque en realidad los ucranianos lanzaron cinco ojivas de este tipo de armamento estadounidense ; pero los rusos lograron interceptar cuatro de ellos, y esa ojiva asesina, fue la que alcanzó a desviarse e impactar en los bañistas rusos.
También el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó de “barbarie” el ataque sobre Sebastopol y acusó a Washington de “matar a niños rusos”, además dijo que eso no puede quedar sin consecuencias”, y que “el tiempo dirá cuáles serán”.
Lo cierto es que una vez más el pueblo ruso está de luto. El pasado mes de marzo, Rusia sufrió un grave atentado contra el Teatro Crocus en el noroeste de Moscú, que dejó varias decenas de muertos y heridos; ahora se suma este nuevo ataque.
Se especula sobre lo que el Pentágono y Biden, le van a indicar a la embajadora Linda Tracy que responda a Moscú, que seguramente van a alegar, como es costumbre del vecino del Norte, que ellos “no tuvieron nada que ver en el asunto. Como Poncio Pilatos, se lavarán las manos.
Hay pruebas en poder de los rusos, de que esos misiles con sus mortíferos cargamentos de racismo, son estadounidenses , y que Ucrania los lanzó bajo la guía y complicidad de los estrategas en Washington.
Para colmo salió a hablar Mijaíl Podoliak, asesor de Zelenski, declarando que Kiev considera a toda la península de Crimea un objetivo militar. Según este ucraniano “En Crimea no hay, ni puede haber ‘playas’, ‘zonas turísticas’ y otros signos ficticios de ‘vida pacífica'». Eso lo escribió en su cuenta de Télegram, afirmando que la península pertenece a Ucrania,– a pesar de que su población decidió unirse a Rusia en un referéndum celebrado en el 2014. Para él, Crimea es un gran campamento y almacén militar, y los rusos que allí viven son “ocupantes civiles”-
Las tensiones entre la OTAN, liderado por Estados Unidos; y Rusia continúan creciendo, y poniendo en vilo cada día más a la humanidad. Según las declaraciones de la alta jerarquìa rusa, no se van a quedar de brazos cruzados, la retórica discursiva, las fuertes amenazas del Kremlin ya están a punto de pasar a la acción. Se le está agotando la paciencia a Putin. Es muy probable que este ataque «no quedará impune», como advirtió Peskov.
Mucha gente está indignada con la forma desfachatada en que Estados Unidos, a través de la OTAN y sus aliados europillos, están suministrando armas de largo alcance y alto poder de fuego para que se consuma el verdadero propósito que tienen; que es atacar directamente a Rusia dentro de su territorio, usando para ello al títere ucraniano que ya está agotado, con las tropas diezmadas y la moral por el piso.
Todos estos fogoneros de la guerra, han desoído de forma altanera y desafiante, las advertencias de Vladimir Putin, cuando a principios de junio, criticó el envío de armas de largo alcance a Ucrania por parte de las potencias aliadas occidentales, y dijo que “Si alguien piensa que es posible suministrar esas armas a una zona de guerra para atacar a territorio ruso, ¿por qué no tienen los rusos el derecho a enviar armas del mismo tipo a regiones del mundo donde se golpearán instalaciones sensibles de países que actúan contra Rusia?»
Eso declaró Putin. Pero lo más categórico que dijo el jefe del Kremlin, es que la respuesta ante este apoyo armamentístico «puede ser asimétrica». En línea con esto, Peskov también retomó las declaraciones de Putin y denunció que los países occidentales proporcionan datos a Ucrania para los bombardeos. EEUU y gran parte de Europa están «metidas hasta el cuello» en este conflicto bélico que ya se ha cobrado cientos de miles de vidas de los dos lados; y por supuesto si EEUU no hubiera estado suministrando armamento, ayuda financiera, e información de inteligencia desde el primer momento, el conflicto hubiese llegado a su fin en el mismo año 2022, que fue cuando arrancó.
Este ataque ucraniano contra civiles en Sebastopol demuestra que hay «desesperación» en Kiev. Aparentemente, todos los enemigos de Moscú, parecen estar desorientados, porque ya ven a Ucrania perdida. El apoyo que ha recibido Rusia de sus aliados asiáticos, les ha quitado el sueño a los personeros del Pentágono. La gira exitosa de Vladimir Putin por Corea del Norte y Vietnam, ha hecho rabiar al imperio estadounidense , sobre todo el acuerdo firmado entre Vladimir Putin y Kim Jong-un, a lo que se le suma la flota de guerra rusa que visitó Cuba, y se fondeó en las mismas narices de los gringos. Todo esto provoca una reacción y despliegue de fuerza de Estados Unidos, que por eso envió un portaaviones a Corea del Sur.
Por otro lado, los ciudadanos estadounidenses, están culpando a Joe Biden de usar el dinero de los contribuyentes de EEUU para atacar Crimea. Están puestos en evidencia de sus maniobras criminales. Y a Moscú se le está agotando la paciencia. Los fogoneros del Pentágono, y la OTAN, junto con Zelenski, se han confabulado y actúan con soberbia e impunidad, para provocar una guerra nuclear con Rusia y culpar a Moscú de iniciarla. Cómo, cuándo y dónde será, no se sabe, pero sí lo que dijo el vicepresidente ruso. que … ¡ Van a arder en el infierno!