Repatriar los restos de Jorge Luis Borges
Por Antonio Las Heras

En una entrevista realizada en Francia para un documental de la televisión pública, Borges expresó su voluntad de ser enterrado en el panteón de su familia en el porteño cementerio de La Recoleta. Para el autor de esta columna, el más grande escritor de la Argentina debería descansar en su país.
El abogado de Kodama, Fernando Soto, declaró enfáticamente, meses después de la muerte de la viuda, que volver con el tema de la repatriación era pasar por encima de su voluntad y faltar el respeto a la decisión de Borges. “María siempre se opuso rotundamente a los intentos de repatriación, como el de la diputada María Beatriz Lenz, en 2009, que fue repudiado incluso por algunos legisladores de su partido y debió ser retirado”.
A favor de hacer la repatriación se expresó Mariana de Torre, hija de Miguel de Torre Borges, nieta de Norah Borges y sobrina nieta del autor de “El jardín de los senderos que se bifurcan.”
Juan Gasparini, autor del libro “La posesión póstuma”, brinda algunas precisiones útiles sobre esos temas. Periodista argentino de investigación, residente en Ginebra desde hace tres décadas y quien tuvo la fortuna de entrevistar a Borges en 1984, Gasparini explica: «Borges abandonó Buenos Aires en noviembre de 1985 casi en secreto, prácticamente moribundo, tras cambiar de testamento, médico y abogados«. Y aclara que, basado en las fuentes consultadas, asegura que hay «varios indicios« de que el escritor deseaba ser enterrado en la Argentina, e incluso hace referencia a un pedido expreso que el poeta hiciera al escritor y periodista Roberto Alifano, quien fuera amigo y colaborador de Borges: «Quiero que usted se haga cargo de que se cumpla mi deseo de que me lleven a ‘La Recoleta’, al lado de mis mayores cuando me muera».
Pude conversar ampliamente al respecto con Roberto Alifano – quien durante la reciente Feria Internacional del Libro de Buenos Aires presentó su nuevo libro titulado «Primer cuaderno Borges. (Diarios, 1974/1976)« – y me confirmó no sólo lo dicho por Juan Gasparini sino que agregó: «No una vez, muchísimas veces, tanto en nuestros encuentros en su casa como en los viajes en que lo acompañé por la Argentina, Borges siempre me aseguró que su destino final era el Cementerio de La Recoleta.»
Habida cuenta de todo lo expresado y de lo que Borges significa para la Argentina es que me atrevo a asegurar que Jorge Luis Borges tiene que estar en nuestro país. Hay temas que se encuentran más allá de aspectos legales sucesorios o deseos supuestamente manifestados en los últimos momentos de vida. Jorge Luis Borges es una figura clave en la Historia de la. El lugar para sus restos mortales no puede ser otro que el suelo argentino. Cabe, ahora, ocuparnos de que este reiterado deseo de “El libro de arena” tenga, al fin, cumplimiento.