MIRIAM GABRIELA GARCIA: La proeza de verse a diario, cara a cara con el enemigo silencioso.
Por Margarita Pécora B.

Entre las incontables proezas cotidianas que protagoniza el personal médico y de enfermería situado en primera línea de la lucha contra la pandemia del Covid-19 en la Argentina, ocupan un rol preponderante los trabajadores/as de los 106 laboratorios que están procesando las muestras para diagnosticar la enfermedad. Sin medir consecuencias, ellos y ellas corren un altísimo riesgo de contagio al manipular día tras día las muestras realizadas a personas sospechosas de contagio del silencioso y letal coronavirus.
Ocurre en el Laboratorio del Hospital Interzonal General Agudos “Pedro Fiorito” uno de los centros de salud más importantes en la zona sur del Gran Buenos Aires que pertenece a la red de virus respiratorios, donde se mueve entre beakers, probetas, tubos de ensayo y termocicladores, Miriam Gabriela García (Gaby) para sus centenares de amigos/as; una mujer que, vio cambiarse drásticamente la rutina de su vida desde el momento mismo que el gobierno argentino decretó la cuarentena por la pandemia.
Justo en ese Laboratorio de referencia en la provincia, Gabriela y sus compañeras de equipo trabajan diez horas diarias.
Hoy es difícil adivinar su rostro detrás del holgado traje blanco y séptico que no deja expuesto, ni un centímetro de su piel. De cómo llegó a hasta aquí, nos cuenta:
“Mi vocación la descubrí en el Secundario cuando estudié química en el último año, nunca tuve referente familiar en la especialidad” -confiesa-.
¿Cómo vos sabes que estás en presencia del Covid-19?
“Cuando detectamos la señal luminosa que nos indica que se amplifica el material genético del virus, en el caso de que esté el ADN de ese virus se marca la señal, y si no hay, la señal no se observa”.
¿Cómo llegaste a este mundo de virus y bacterias?
“Me recibí en Bioquímica en marzo de 1983 -coincidiendo con el momento histórico en que se descubre el Virus del Sida-”. “Tuve que descubrir montón de temas que no había visto ni en la Universidad. Todo cambió de la noche a la mañana -confiesa Gaby- mientras llega a la estación del tren en donde la espera Juan, su esposo y ahora su “escolta” a quien ayudó por varios años en un emprendimiento familiar de productos de limpieza que por razones económicas fracasó”.
“Paralelamente me fui perfeccionando en Biología molecular y ahí conocí la virología -relata Gaby-; en realidad los estudios de los virus son los que facilitaron después las técnicas de biología molecular a partir del descubriendo del HIV y así se pudo entender su mecanismo de acción dentro del cuerpo humano”.
“Con las ansias de ver eso, empecé a trabajar en el Hospital Fiorito, ya con la especialidad obtenida en un pase por la Universidad de Quilmes donde hay virólogos de excelencia y donde aprendí cosas muy interesantes” -confiesa Gaby-.
“Eso me permitió tener la práctica de la virología de primera mano. Con esa experiencia y cursos de perfeccionamiento me pude dedicar a trabajar, primero con la pandemia de la Gripe A (H1N1), donde ya empezaron a aparecer aparatos de detección como el Termociclador para poder hacer la famosa PCR (reacción en cadena de la polimerasa) y a partir de ahí entramos en la red de virus respiratorios; luego en la del dengue en el 2015, y así nos convertimos en un laboratorio de referencia”.
“Cuando llegó el Covid-19 automáticamente se nos pidió trabajar en el tema. Sin pausa y con prisa lo hicimos -grafica Gaby-, y ahora estamos haciendo no solo las PCR, también probando los kits de anticuerpos que nos acaban de llegar -el neo kits que detecta también el virus en forma directa-. Trabajamos codo a codo y por suerte con buena presencia del Ministerio de Salud que no solo se interesó por los laboratorios de referencia, sino por los científicos del país que son los que están elaborando kits y abaratando costos” -reconoció Gabriela-.
Trabajando con mucha pasión y orgullosa de lo que estoy haciendo, así se manifestó Gaby. La vida a los 60 me marcó este lugar para dejar aquí una huella y se lo debo a mi madre que siempre me apoyó en todas mis decisiones -expresa emocionada- para luego reconocer:
“No estoy sola en esto, somos todo un equipo muy cohesionado que encabeza Estela Outon, Jefa del área de Virología, y componen también las técnicas Mariana Cícero, Liliana Gómez, y Noelia D’Alessandro; las bioquímicas Martina Belucci, Yamila Martín y Valeria Burani, además los residentes de primer año Renata De Matteo y Dariana Pedrozza.
¿Qué opinas de la gente que trasgrede las medidas y sale a correr o hacer fiestas, cuando están ustedes haciendo tanto esfuerzo y arriesgándolo todo por frenar el virus?
“El virus llegó de la mano de la gente que contradictoriamente protesta porque no quiere cuarentena y la trasgrede, es la misma gente que trajo el virus al país, y son de la zona norte de Buenos Aires, La Recoleta, etc. Cuando el virus entra en circulación la gente de los barrios humildes se lo pescan. Hay que tomar conciencia ciudadana de que esto ataca a todos por igual todos tienen que ser responsables” -aconsejó la especialista que recibe en su cuenta de facebook mensajes como éste-: “Gracias Miriam Gabriela, por poner el cuerpo y vivir sin miedo”.