
Temperaturas bajo cero en la Patagonia. Demasiado frío en todo el territorio nacional, congelado como los salarios, las jubilaciones y las changas. La economía es un témpano pero el humor social está cada vez más caliente.
El proyecto corporativo del imperio disfrazado de anarco capitalismo en el rostro de Milei está dando resultado para la oligarquía financiera. Los ojos de los ciudadanos no paran de dar vueltas cuando entran a un supermercado y ven los precios. El asombro no se extiende a las carnicerías porque estas permanecen vacías. El verdulero te vende a crédito y el restaurante es un sitio muy iluminado, con dos mozos bien vestidos y decenas de mesas tan desiertas como los sueldos populares.
El frío del plan más el frío invernal se unen para dar muerte a los humanos que dormitan en calles y veredas argentinas. El corazón del gobierno también es un glaciar.
Frío y más frío. Una inflación «muy baja» pero con alimentos y servicios muy altos. Usted celebra la baja inflación, pero no puede explicar el aumento de lo que consume. No importa. Total, en 35 años seremos Alemania.
Frio,y más frio, sobre todo en el cerebro, si creemos que seremos Alemania.
El jubilado cobró 4 mil pesos más que en el mes anterior, o sea diez medialunas al sacrificio de aportar 30 años. El pasivo sigue siendo estafado y reprimido pero el gobierno festeja una economía fría al tiempo que el pueblo se calienta.
El invierno pasará. La primavera tomará la posta. Saldrá el sol y volverán las remeras mientras guardamos las frazadas, pero la economía seguirá congelada. Quizás para esa época los jubilados podrán tener un aumento de una docena de facturas. El asalariado seguirá haciendo el papel de esclavo, la clase media simulará ser lo que no es y la muerte seguirá dando cuenta de marginados y pasivos que no tienen una moneda para comprar los remedios que hace nada eran gratis.
Frío en el corazón del presidente, en toda la derecha, en la calle, en la oligarquía, frío y más frío. Pero atención que el sistema no se olvide que los veranos siempre fueron calientes y nadie extrañará que el pueblo suba la temperatura e incendie a su enemigo de siempre, el liberalismo. No le parece?.