
Se enciende el aparato de televisión y la información que fluye es si Wanda está con sus hijos, en Turquía, en Italia o compró una cartera. Se cambia el canal y seres humanos bien vestidos nos comunican que Karina arregló con Mauricio, que el black Macri cocina y muy bien y que su esposa, que conduce un programa en Canal 13, se fue de vacaciones.
El canal estatal muestra cómo los amigos del presidente juegan a la tele. Telefé va por otro camino, si Alfano habla de Giménez, o si las joviales ancianas dejarán de descalificarse. Los noticieros nos repiten notas policiales hasta que el miedo se meta en los huesos. La pausa muestra a laboratorios auspiciando una programación que se corona con los chismes del deporte. En resumen, el desconcierto ilustrado en pantalla, que luego se repite en todas las redes sociales.
Ante la pregunta quien vota esto o quien eligió a este, la respuesta está en las pantallas. Te controlan, te desinforman, te idiotizan, te convierten en un ente que repite cada frase, cada acción que propala la caja boba y sus acólitos.
Si Wanda compra Vuitton, o vacaciona en Turquía, te cambia la vida?. Si Karina coloca en el quinto puesto de la lista violeta con una franja amarilla a un bruto disfrazado de Batman que repitió tres veces cuarto grado, tu salario aumentará, tus hijos podrán vestirse bien, podrás ir a festejar un aniversario a un restaurante?. Creo que no. Sin embargo, hablas todo el día de otros, Milei, Cristina, La china Suarez, Icardi son nombres propios que te aburris de mencionar y no agregan nada a tu intelecto y menos a tu bolsillo.
Honestidad, Patria, Trabajo, Libro, Cultura, Argentina son términos que no se mencionan. En resumen: el control mental alias lavado de cerebro se ha concretado. No salimos de pelearnos por Milei o Cristina, Icardi o Maxi López, Alfano o Giménez, elecciones desdobladas o no, las paso o internas, Abbot o Costello, fresco o batata, pero jamás debatimos lo importante.
Es falsa la democracia, la república, la lista compartida, la justicia, la inteligencia del poder, las esposas del residente, la belleza de la primera dama, las empresas de Wanda, el talento de la China Suarez, la honestidad de Susana y el asado del domingo sin entraña ni lomo. Todo es falso, en un falso país con autoridades falsas y falsos logros.