
No es novedad alguna que Perón cayó en 1955 por molestar intereses británicos. Para ese tiempo la excusa para la libertadora fue la alta inflación, no superaba el 10 por ciento anual, o las malas relaciones con la Iglesia, había concedido dinero estatal para colegios católicos que todavía subsisten, incluso la falta de libertad de expresión. No hablamos del decreto 4161 que prohibía mencionar cualquier palabra que suene a peronismo. Lo cierto es que Winston Churchill declaró en esos días que la noticia de la caída de Perón había sido la mejor noticia que había recibido después de la finalización de la segunda guerra mundial. También Churchill en 1945 había aconsejado a Rockefeller hacer algo con Perón. Podía general una corriente nacionalista en todo el continente. En una palabra, Perón no fue echado por sus conquistas sociales sino por meterse con los ingleses.
Un siglo antes, los británicos habían accionado contra Rosas. Este fue enemigo del mejor agente inglés del siglo 19, Juan Lavalle. El mismo que fusiló a su amigo Manuel Dorrego y que siempre bregó por los intereses anglos. Por esa razón tiene calles, monumentos y ciudades con su nombre y Rosas no.
Rosas hizo frente a ingleses y franceses en la vuelta de Obligado. No permitió que sus gobernados fueran súbditos europeos. Desde Rivadavia a Mitre, pasando por Lavalle, el general Paz y demás unitarios no solo batallaron contra Rosas, sino que fueron soldados de la lengua de Shakespeare.
El historiador Quesada, anti rosista, en su obra sobre la vida del brigadier citó una carta enviada por Salvador María del Carril a Lavalle en 1828, que predijo el relato que a futuro harían los vencedores, carta fundamental ya que está fechada el 20 de diciembre de 1828, pocos días después del fusilamiento de Dorrego: “Si para llegar es necesario envolver la impostura con los pasaportes de la verdad, se embrolla, si es necesario mentir a la posteridad, se miente, y se engaña a los vivos y a los muertos, según dice Maquiavelo. Los hombres son generalmente gobernados por ilusiones, como las llamas de los indios por hilos colorados”.
¿Quiénes fueron favorecidos por los británicos? Desde Urquiza hasta el día de hoy, todos menos Perón, Néstor y Cristina. Mataron a los chicos en Malvinas, organizaron todos los malos y traidores gobiernos. Macri incluso les regaló oro, bombardearon el Ara San Juan y en unión con los Estados Unidos, la Otan y las corporaciones destrozaron generaciones de argentinos a través de deudas ilegales desde la Baring Brothers hasta el corrupto FMI. Y todavía usted duda quien es el enemigo. Usted que apenas llega a fin de mes votará a la derecha, los socios de su enemigo. Usted seguirá acusando de ladrones a los peronistas, pero saludará a los británicos porque son finos, educados y toman el te a las cinco, en serio usted no se aviva más. Terminemos con el cuento, sepa que todo gobernante que se opuso a la OTAN, británicos y yanquis terminaron exiliados y perseguidos. Todo esto pasa mientras Macri pasea por el mundo visitando estadios de futbol. ¿No es hora que se avive? ¿O yo me equivoco?




