Brasil: Defunciones en alza. Bolsonaro en baja.

Por Margarita Pécora B .
La popularidad del presidente brasilero Jair Bolsonaro viene en picada desde hace largo tiempo, a la par de su política negacionista del peligro mortal del coronavirus . Ello se comporta proporcional al mal manejo de la crisis sanitaria del gigantesco país que ya supera los 238 mil fallecidos por la pandemia.
Para ser más exactos, de acuerdo con información actualizada del Ministerio de Salud de Brasil, se han reportado desde el inicio de la pandemia hasta el momento 9 millones 809.754 personas contagiadas.
Como era de esperarse ello ha tenido una repercusión muy negativa en la popularidad o grado de aceptación del primer mandatario brasilero y explica por qué en el Parlamento de ese país vecino se registran más de 70 pedidos de destitución en su contra en un mismo día, como fue este pasado sábado 14 de febrero.
En el fundamento de estos pedidos se reitera que Bolsonaro ha tenido una pésima gestión ante la crisis sanitaria del Covid y de su Gobierno federal.
Esto genera constantes intentos de destitución, pero los medios de prensa locales revelan que «un círculo vicioso impide que avance el proceso de impeachment (juicio político).
Por supuesto que tal proceso, de realizarse, apunta a un resultado similar al de su socio Donald Trump quien, con 5 muertos sobre sus hombros por incitación a la violencia en el Parlamento estadounidense, salió alegremente absuelto.
Los diputados brasileros exponen como razones para el referido proceso «los más diversos delitos de responsabilidad contra la Constitución Federal hasta el atentado contra la vida por el descuido de la pandemia». Pero, insisto no se puede esperar un merecido castigo con los precedentes de una justicia al estilo de la estadounidense que le sirve de espejo a la brasilera.
Incluso, a pesar de otras razones fuertes para pedir la deposición de Bolsonaro como son los «crímenes contra los biomas del Amazonas y Pantanal, y el genocidio de la población indígena». Además, por la apología de la tortura, los ataques a la democracia, a la soberanía nacional, a los derechos humanos y los crímenes de racismo.
«Pero sin la presión de las calles, es muy difícil que avance el impeachment de Bolsonaro», afirmó la jurista perteneciente a la Asociación Brasileña de Juristas por la Democracia, Tania Oliveira. Aun así, las solicitudes presentadas en la Cámara Baja no han cesado. El pueblo de Brasil que sufre, tiene pues la última.



