Italia ya no es Roma, y Roma ya no es la de Julio César ni Octavio. Ese imperio que nació bajo la fantasía de Rómulo y Remo con una madre como loba llegó a ser el imperio dominante en el planeta. Imperio que supo mantener Julio César, Augusto pero que cayó en manos de Cómodo y Nerón hasta llegar a la edad media dividido y derrotado. Ese territorio que llegaba hasta que la luz solar se convertía en noche caminó por la línea del tiempo y terminó en manos de Napoleón primero y una serie de reinados de segunda categoría. Las dos guerras mundiales y el fascismo colocaron al imperio en un pequeño país con forma de bota. Desde el 45 entrando a la OTAN, participando del Plan Marshall, cual planero argentino, hasta los 70 logró cierto bienestar. A medida que el siglo terminaba, el bienestar también. El broche de oro se lo dio Silvio Berlusconi con sus tres mandatos desde la década del 90 hasta hace escaso tiempo y la convirtió en una nación del G 20 sin bienestar Con la derecha reinando, Italia fue un pueblo que vivió con una escasa inflación, con pocos derechos y hablando de un país que ya non existe cual hincha de Racing con el gol del chango Cárdenas.
Hoy, en medio de la pandemia, Italia es gobernado por Giorgio Comte o sea nadie. Ya pasaron los Prodi, la izquierda, la democracia cristiana, las brigadas rojas matando a Moro por orden de Kissinger todo pasó. Hoy Italia es un caos de muertos y virus sosteniendo tres clases de mafias, el Vaticano y un pueblo infeliz y en cuarentena.
La pandemia actual que se originó en China hace estragos en la península. Los siete mil muertos dejaron atrás al país oriental. Muy cerca se halla España y en busca del podio el actual IMPERIO. Italia fue y hoy no es. España comenzó a remontar en los 90 pero el FMI la alineó con Italia y paga sus consecuencias. Estados Unidos es la tierra de las grandes familias, esas dueñas de corporaciones, sin patria ni bandera que no se asombran por la mala praxis de Donald Trump y la cantidad de muertos que suman día a día.
Del otro lado de la grieta asoman Cuba y Venezuela, países pobres por el bloqueo económico de Estados Unidos y sus cómplices. Ellos aportan sus médicos para ayudar a Italia, sus hoteles para auxiliar a turistas británicos y su sapiencia para en ir a solucionar este caos en todo occidente. Se les suma China, el país comunista que también va en ayuda, con sus médicos a los países más deteriorados.
En la vereda imperial solo se escucha frases grandilocuentes y sin sentido. Sus amigos como Brasil, Ecuador, Reino Unido solo cosechan muertos. Ayudan a nadie y todavía creen que manejan los hilos del planeta. Rusia mira, observa y entiende que todo cambiará en meses. Los paradigmas serán otros y quizás solo quizás, Estados Unidos caiga como el imperio Romano. De todas maneras, Italia ya no es Roma y Roma, hoy, es solo olor a muerte.
