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Sociedad

Falleció Claudio Segovia, uno de los creadores de “Tango Argentino”

Fue un destacado escenógrafo y vestuarista, director y productor teatral

El domingo 21, a los 92 añosmurió Claudio Segovia. La noticia la dio a conocer la Asociación Argentina de Actores, que lo destacó como un impulsor de las culturas populares a nivel internacional. Fue escenógrafo y vestuarista, director y productor de numerosas aventuras teatrales, pero probablemente se lo recuerde, sobre todo, como el creador, junto a Héctor Orezzoli, de Tango Argentino, el espectáculo que durante dos décadas recorrió el mundo y como efecto colateral provocó una suerte de renacimiento del género ciudadano, en música y danza, también en la Argentina.

Claudio Segovia nació en Buenos Aires el 31 de agosto de 1933. Apasionado de niño por la pintura, ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano y poco después frecuentó la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova, de donde en 1954 egresó con el título de Profesor Superior de Escenografía y Figurinista. Activo en el ambiente teatral de Buenos Aires, en 1967 Segovia diseñó los vestuarios de La raíz y la tierra, un espectáculo folklórico de música, canto y danza que se puso en escena en el Teatro Odeón con la dirección de Juan Silbert, música de Luis Amaya, escenografía de Saulo Benavente y la participación de Mercedes Sosa, Marián Farías Gómez, Chito Zeballos y el ballet de El Chúcaro y Norma Viola. Con el nombre de Baguala, el espectáculo se presentó más tarde en varios países de la órbita soviética, además de Italia y Portugal.

En 1972 Segovia se ocupó de la escenografía de Ivonne, Princesa de Borgoña, de Witold Gombrowicz, puesta en el Teatro General San Martín bajo dirección de Jorge Lavelli, y al año siguiente revolucionó el teatro musical de Buenos Aires con la puesta en escena de Las mil y una Nachas, con Nacha Guevara. Ese año conoció a Héctor Orezzoli que desde entonces será su ideal cómplice creativo. En 1975 Segovia y Orezzoli trabajaron escenografía y vestuario en Carnaval de Venecia en el Festival de Aix-en-Provence, otra vez bajo dirección de Lavelli y enseguida se radicaron en París.

En busca de formas de espectáculo que reflejen verdades, durante dos años Segovia y Orezzoli recorrieron Andalucía para dar cuerpo a Flamenco puro, un espectáculo que estrenaron en 1980 en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, con 25 artistas gitanos de todas las edades, entre ellos Manuela Vargas, la compañía de las hermanas Fernanda y Bernarda de Utrera, el Farruco, la familia Habichuela y Fernando Terremoto.

Fue el primero de una serie de espectáculos al rescate de formas incontaminadas de la cultura popular y la precuela de Tango Argentino, que en el 10 de noviembre de 1983 se estrenó en el Teatro del Chatelet de París, con una compañía artística dela que formaban parte los bailarines Juan Carlos Copes y María Nieves, Virulazo y Elvira, además de músicos y cantantes como el recordado José Libertella, Horacio Salgán, Roberto Goyeneche, Raúl Lavié y María Graña, además del cómico Jorge Luz. Con algunos cambios en el elenco, Tango Argentino se estrenó en 1985 en Broadway donde cosechó el éxito que terminó de consolidar una de las leyendas sobre las que se refundará el tango en el nuevo milenio.

Black and Blue, en 1985, un homenaje a la música afroamericana protagonizado por Ruth Brown; Noche tropical, que estrenó en Tokio en 1992; Brasil brasileiro, con Elza Soares, en 2006, y Maipo siempre Maipo, una propuesta íntegramente creada por Claudio Segovia e interpretada por un elenco de más de 50 artistas, encabezado por Antonio Gasalla junto a Claudia Fernández, Ximena Capristo, Cecilia Rossetto, Gloria Montes y Miguel Habud, apuntalaron esaa idea de “chic reo” con la que Segovia definía la naturaleza popular de sus espectáculos. “Intento reflejar en el escenario una vida que existe en la realidad y que al mismo tiempo se conforme como una entidad escénica. Busco la pureza, las raíces (…). La fama, el cartel o la trayectoria no son interesantes para mí, lo único que me mueve para trabajar con un artista es la admiración que siento por él”, dijo en 2003 en una entrevista para el diario uruguayo El país

FUENTE.  PAG  12

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