La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) expresó su más enérgico repudio a la campaña impulsada por el Ministerio de Capital Humano. La iniciativa gubernamental habilita una línea telefónica para denunciar supuestos casos de “adoctrinamiento” en las escuelas.

Desde CTERA calificaron esta medida como un «intento de persecución ideológica y amedrentamiento hacia las y los trabajadores de la educación». Consideran que atenta directamente contra la libertad de cátedra, la pluralidad pedagógica y el rol fundamental de la escuela como espacio de pensamiento crítico, democrático y participativo.

Sobre ese plano, alertaron que este tipo de iniciativas «promueven la vigilancia y la censura, recordando prácticas oscuras de nuestra historia que nada tienen que ver con una educación en democracia y respeto a los derechos humanos».

«Escuela pública, inclusiva y democrática»

Frente a esta avanzada, la confederación docente ratificó su «compromiso con una escuela pública, inclusiva, emancipadora y democrática». Dejaron en claro su rechazo a «cualquier intento de instalar el miedo, el control autoritario y el silenciamiento de voces en el ámbito educativo».

Por este y un sinfín de motivos, sentenciaron que «la escuela no es un campo de batalla ideológico: es un lugar de construcción colectiva, de pensamiento crítico». La postura de CTERA suma una voz de peso al debate sobre la libertad de enseñanza y los límites de la intervención estatal en el aula.

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