REVOLUCIONES

Por Carlos Galli.
La historia nos enseña y nos educa que existieron diferentes tipos de revoluciones.
Ejemplos sobran.
Generalmente se puede esgrimir que hubo cuatro formas de revoluciones.
Revolución Culturar.
Revolución Social.
Revolución Económica.
Revolución Industrial.
La Revolución Inglesa (1642-1688), fue la primera Revolución Liberal.
La Revolución Francesa (1789-1799)
La Revolución o Independencia de Estados Unidos (1789-1799)
Las distintas revoluciones entre 1830 y 1848, son claros ejemplos de revoluciones políticas.
¿Qué se entiende por una revolución? Es sin dudas, un cambio social organizado, masivo, muchas veces repentino y no exento de conflictos violentos para la alteración político, gubernamental o económico.
Un claro ejemplo es lo que sucedió a partir del año 1848, dónde los impulsores fueron los sectores de sociedad civil burguesa, y el movimiento obrero. Los motivos eran un cambio de régimen, influencias nacionalistas a veces llevados a la ultra y el clero, que casi siempre se para de un solo lado, a excepción de los sacerdotes tercermundistas, que ya prácticamente no tienen un líder carismático. En nuestro país lo fue el Padre Carlos Mugica.
La Revolución Cubana, comenzó en julio de 1959. Cayó la dictadura de Fulgencio Batista y llega al poder el abogado y revolucionario de ideología marxista, Fidel Castro y el apoyo del enorme comandante Ernesto Che Guevara, un argentino con unos huevos como el de un avestruz.
La Revolución Rusa de 1917, que termina definitivamente con el Zarismo imperial y la instauración del Lenninismo republicano, ocurrido entre febrero y octubre de 1917, momento en que crea la República Federativa Soviética de Rusia.
La historia de las revoluciones son tan apasionantes que no se pueden escribir en una apretada nota de opinión.
Claro que en todas ellas hubo sangre, dolor y muertes. Parecería imposible una revolución en paz.
Y finalizo expresando que pienso que es difícil, un delirio creer que en nuestro país se pueda hacer una revolución social, desde Montevideo y Juncal, pleno corazón del barrio porteño de la Recoleta.
POSDATA:
Difícilmente se pueda hacer una revolución social con gente que huye cuando un camión hidrante le arroja un chorro de agua.