OSCAR ROVITO: Una vida conjugando arte y militancia

Por Gabriel Russo.

La última vez que lo vi estaba en el hotel “Bauen” en el 2019, después irrumpió la pandemia que impidió todo este tiempo reencontrarnos con una leyenda del espectáculo argentino como es Oscar Rovito, popular desde la infancia por encarnar a Tarzanito en radio. Artista y militante político, “desde siempre peronista” como él mismo se define, Rovito merece un lugar destacado las páginas de la historia cultural argentina.

Para tener la magnitud de la trayectoria artística de Rovito hay que remontarse a los momentos en que debutó en cine con “El hijo del crack” (1953), y filmó luego “7 gritos en el mar”, “El cura Lorenzo”, “Edad difícil”, “Sin familia”, “Demasiado jóvenes”, “El rufián”, “Los que verán a Dios”, “Los muchachos de mi barrio” y “Aquellos años locos”. En Tv actuó, entre otros ciclos, en “Todo es amor” y “El amor tiene cara de mujer”, y en teatro se lució en obras como «El violinista en el tejado» y otras.

Al mencionarle el personaje de “Tarzanito” que lo hizo famoso entre la radio audiencia argentina, Rovito hizo el recuento:

“Tarzanito fue el personaje con el que empecé en radio en el año 1952 hasta el 1955, ese fue el período de duración en el cronograma, y es increíble cómo la gente se ha quedado, o contado a sus hijos, llamándome Tarzanito.

¿Así que empezaste a los 12 años y estuviste 3 años como Tarzanito?

Lo que pasa es que fue tan grande el suceso de ese programa y se extendió tanto a la radioescucha -explica Rovito-, que me empezaron a llegar propuestas de hacer cine, teatro y la incipiente televisión de aquel entonces, donde estuve entre los primeros. Así se fue armando una carrera imprevista para mí, cuando comencé como Tarzanito, a raíz de un programa que organizaba un concurso buscando a un chico para hacer ese personaje, y ahí salí , y luego vino todo.

Vos hiciste muchas películas…

No tantas, pero más de diez sí, la más trascendente fue “La difícil” con Bárbara Mujica que fue mi primer esposa, y después la película con Palito Ortega “Los muchachos de mi barrio”, entre otras.

Llama la atención que vos empezaste de chiquito pero terminaste con películas en 1971 ¿Qué pasó?

Lo que pasó un poco fue que paulatinamente me fui introduciendo más en la militancia política, desde siempre peronista, -aclara-, y dejando un poco de lado la carrera actoral. En otros medios como teatro o televisión continué, incluso algún radio teatro, hasta el año 76, después por conocidas razones pasé a retiro.

No obstante, después del proceso dictatorial retomé un poco la actividad, no ya de modo profesional, sino de autogestión, me dediqué a la tarea gremial en la Asociación Argentina de Actores y ya para los años 80 me aparté de la actividad laboral.

De los años 80 estamos hablando que tenías 40años…

Sí, soy del 40 y casi hasta los 50 años desarrollé alguna actividad. Repito, en el período post dictatorial no fue de mayor trascendencia porque eran más bien cosas autogestivas e independientes con compañeros/as.

Al pedirle detalles sobre su retiro, Rovito explicó:

En realidad la vida me fue llevando por otros caminos, en esos tiempos de la década del 80 estaba dedicado a la actividad gremial, y a través de la Asociación Argentina de Actores donde yo era Secretario de Cultura, fui conectándome con otros secretarios de cultura de otras organizaciones gremiales , ahí empecé a activar un grupo que estaba inquieto por lo que significaba la capacitación laboral en informática que recién empezaba a llegar la computación incorporada a los ámbitos laborales. Así desde muchos años mi labor fue de tipo docente también dentro del ámbito de la capacitación laboral. Así terminé mi vida laboral activa y me jubilé.

En la época de Perón, y al margen de las películas que hiciste ¿Cómo viviste esos tiempos del golpe?

Indudablemente soy de cuna peronista -afirmó Rovito-, impactó muy fuerte a mis 15 años (lo de Perón), igual mi padre trataba de preservar mi actividad actoral, para que no me complicara en situaciones difíciles. Eran tiempos en que los muchachos todavía hacíamos caso a los padres, pero con el paso de los años me fui introduciendo en la militancia partidaria.

En el ’56 se aplica el Decreto 4161 que prohibía mencionar cualquier cosa referida a Perón…

Estaba todo prohibido, y mi padre que era dibujante publicitario, oficio que me traspasó y que yo ejercí algún tiempo en mi militancia barrial, que por supuesto estaba prohibida. Lo que sí recuerdo de aquellas épocas juveniles, es que una noche (años 57-58), mi viejo se iba a encontrar con unos amigos peronistas para hacer uno de los actos de resistencia clásicos de la época que era salir por la noche en esos barrios desolados, silbando la marcha peronista, y una noche me permitió ir con ellos a silbar por Villa Luro que era donde vivíamos.

¿Bárbara Mujica era peronista también?

Sí, también, su pensamiento después cuando nos separamos empezó a ser más afín a una militancia de izquierda más intelectual, nacional por supuesto.

¿Cuál fue el mejor y cuál el peor de tus trabajos?

Es muy difícil decir de uno mismo. Creo que fue “La edad difícil” (1956). El momento en que hice la película, yo tenía 15 años y de alguna manera pasé a representar lo que era la violencia de los muchachos de mi dad. Eso dio como resultado una actuación auténtica, que impactó fuertemente, y es tal vez una de mis mejores actuaciones.

¿Y la peor?

Podría ser la de “Sin familia” (1958) era sobre un cuento francés y la filmamos en Bariloche. Fue un melodramón. Las actuaciones en su conjunto fueron algo bizarro.

Conocemos tu militancia, tus ideas, pero lo que no sabemos es si estás conforme con este gobierno…

Por supuesto -afirmó Rovito-, pero estar conforme no quiere decir que esté de acuerdo con todo, -aclaró-, mucho menos de acuerdo con el desastre que hemos recibido en el que sumió al país el gobierno de Mauricio Macri y luego la pandemia que nos agredió a todos, al mundo entero; desde luego estoy entusiastamente acompañando a este gobierno, con mis reservas, con mis críticas naturales , ya que hay distintas miradas como hay distintas cosas que uno desearía o esperaría que se hagan, no puedo ser hipócrita en este sentido, mucho más ante el avance feroz y violento que están operando las derechas no solo aquí, sino en el mundo -cerró con énfasis Oscar Rovito-.