Turismo

Argentina buscará mantener los precios del turismo pospandemia

Las perspectivas del turismo mundial pospandemia lo muestran como una actividad más costosa, debido a los nuevos estándares de seguridad sanitaria y el menor volumen de viajeros, sin embargo los prestadores argentinos buscan formas de mantener las tarifas o compensarlas con mayores servicios.

Debido al coronavirus, se estima un alza del 50% en los boletos aéreos, no volverán algunos servicios que abarataban costos al viajero, como los lowcost y los alquileres informales, en especial los que se compartía una vivienda con sus dueños u otros huéspedes, que eran los más económicos.

Un estudio reciente de la Universidad del Sur de Florida reveló que el 63,8% de los viajeros reducirán sus planes de viaje en los próximos 12 meses y que la industria del turismo se reducirá en un 50% este año, lo que significaría una pérdida significativa de empleos e ingresos, cuyo resultado será alzas de precios en hoteles, transporte y gastronomía para turistas.

Sin embargo, prestadores de servicios del sector en Argentina buscan mantener o aún reducir tarifas para atraer clientes, como lo expresó Graciela Fresno, presidente de la Federación Empresario Hotelera Gastronómica (Fehgra), quien se mostró escéptica sobre la tendencia alcista que se anuncia.

La directiva aclaró que «va a a haber costos nuevos que se agregarán a los que ya tenemos, que van a ser producto de adaptar las instalaciones y los procedimientos a un sistema sanitario que va a perdurar por bastante tiempo».

«Yo no estoy tan de acuerdo con que los precios van a subir, habrá que ver cómo está el mercado cuando se abra», reiteró, y señaló que «puede ocurrir que para poder generar una afluencia de pasajeros a los hoteles, los precios no tengan que ser muy altos».

La empresaria comentó que siempre, después de alguna situación crítica, «había que atraer al turista con precios, fundamentalmente, además de promociones, cosas que le inviten a venir aunque sea desde el punto de vista de la conveniencia económica».

Los prestadores de excursiones también ajustarán sus propuestas a las nuevas condiciones, señaló a esta agencia Carlos Royón, de la Cámara de Turismo de San Rafael, Mendoza, quien dijo que los precios subirán pero se deben ofrecer promociones y negociar al momento con el cliente.

Royón, quien se dedica a excursiones con traslados terrestres y lacustres que incluyen el Cañón del Atuel y el dique Los Reyunos, dijo que se debe contemplar la posibilidad del cambio de vehículos, que en lugar de llevar las 18 personas actuales carguen cinco u ocho, que generan menos gastos y evitan pérdidas por plazas vacías.

«Lo que antes vendías a 100 ahora lo vendés a 90, y vas perdiendo ganancia, pero hay que tener clientes o arreglás con un grupo de cinco que viajan todos pero pagan cuatro», fue otro ejemplo.

Además estima que como el turismo será la última actividad en reactivarse, a partir del próximo verano, «quizás, probablemente para entonces el distanciamiento no sea tan largo y en una combi para 19 se puedan llevar 15 ó 16, con lo que podrían cerrar los números y mantener los precios, lo mismo que con el barco».

El turismo aventura a lugares agrestes o extremos, donde no llegan combis sino vehículos 4×4 que se llenan con cuatro o siete turistas, guía y chofer, tendrá su propia variante, según Sergio Torres Paez, de la Cámara de Turismo del Valle del Bermejo, en La Rioja, quien ve la salida en excursiones personalizadas.

Desde Villa Unión, cabecera del departamento Felipe Varela, estas excursiones ofrecen visitar desde el Parque Nacional Talampaya hasta el cráter Corona del Inca, a 5.500 metros sobre el nivel del mar.

«En las 4×4 las tarifas se mantendrán en base doble o cuádruple, pero ahora hemos empezado a volcarnos a la personalización del servicio, con viajes a medida, tanto en ecoturismo como turismo aventura».

Torres Paez dijo que habrá aumentos de tarifas pero se buscará compensarlos con excursiones de más horas y visitas a mayor cantidad de atractivos en el mismo circuito.

Como ejemplo, citó que «antes vendías Quebrada de Don Eduardo por tres horas, a 500 pesos, y como ahora es necesario vender a 1.000 pesos, podemos ampliar el tiempo prestacional y ponerle la plusvaía del servicio privado que ofrece la contratación a medida, o a la carta».

«Por una cuestión de aislamiento la gente va a hacer contrataciones a cupo cerrados, y va a comprar como mínimo cuatro días, un atractivo por vez, en privado, personalizados, de clase ejecutiva o de servicio H», concluyó.

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