Por Simón Radowistky
Arturo Jauretche definió a las zonceras como: “Aquellos principios introducidos en nuestra formación desde la más tierna infancia, y en dosis para adultos, con la apariencia de axiomas, para impedirnos pensar las cosas del país por la simple aplicación del buen sentido. Existen zonceras políticas, históricas, geográficas, económicas, culturales, la mar en coche. Algunas son recientes, pero las mas tienen raíz lejana y generalmente un prócer que las respalda”.
Una zoncera sostenida por el partido oficialista es cuando en campaña, para descalificar al peronismo decían” tenemos que terminar con eso de que roban pero hacen, podemos hacer sin robar”. Roban pero hacen es la definición gorila del peronismo de las últimas décadas. Claro que se puede probar que el peronismo hizo. Si, solo con la revolución de bienestar de los dos primeros gobiernos de Perón incluyendo derechos sociales, laborales, voto femenino, plan quinquenal, entre otros y la década K con ampliación de derechos, jubilación para el ama de casa, planes sociales y crecimiento a tasas chinas entre otros 100 puntos que trascendieron a la historia. En ambos periodos se cumplió con las máximas peronistas de independencia económica, soberanía política y justicia social. Largo seria detallar todo lo que el peronismo hizo, ahora bien ¿Podemos probar que ha robado?
En principio no. Cuando cayó Perón se le abrieron 50 causas, todas inventadas por la dictadura del 55´ que fueron desestimadas en 1972 por el dictador Alejandro Lanusse. Todas acciones de inteligencia para desprestigiar al líder peronista que de nada sirvió, ya que cuando volvió a su país triunfo en las elecciones del 73´.
Con referencia a Néstor Kirchner y Cristina, cientos de operaciones mediáticas se realizan, acciones sicológicas, políticas y de inteligencia para detener la vuelta al protagonismo político de Cristina, pero probado: nada. En una palabra, sí hace el peronismo, pero no roba muy a pesar del militante de clase media.
La ruta del dinero K, otra zoncera. Todo amarillo que se precie de tal acusa de chorra y ladrona a Cristina, su hija, su nieta y los que faltan por venir. Paul Singer, uno de los tantos dueños de fondos buitres colaboró con el consorcio alemán periodístico para hallar la ruta del dinero K. El hombre con apellido de máquina de coser dijo: “Hay 65 millones de dólares de los K en paraísos fiscales panameños”. La prensa buscó y buscó pero solo halló la ruta del dinero M. Conclusión, los papeles de Panamá que tanto afectaron a Macri surgieron gracias a la zoncera repetida una y mil veces de la ruta del dinero K.
Otra zoncera son los aumentos en los servicios. “La luz estaba muy barata”, “hay que sincerar”, “hay que normalizar”, son algunas de las frases amarillas para justificar un 1000 por ciento de aumento en la luz, un 500 en el agua y casi 2000 en el gas. Ningún dirigente explicó cuanto debe salir cada servicio, ni como se calcula, ni porque nunca ningún gobierno tuvo servicios caros, ni que los recursos son del país y la distribución es privada. Nada se dijo, sólo que valía dos pizzas, tres empanadas o cuatro ravioles. Los tarifazos llevaron a la gente a la protesta popular, por el cierre de comercios, empresas y fabricas que no sostenían los aumentos y por los muertos de frio, 20 en Córdoba. Tampoco se explicó porque se compra gas a un país que no produce gas y porque se lo paga 128 por ciento más caro. Una autentica zoncera ya que los servicios históricamente fueron accesibles o baratos y no un negocio para el estado. Los servicios son parte del costo fijo del mercado interno y este contribuye a la ocupación laboral, ergo, no pueden ser caros.
Hay más zonceras, después seguimos pero no olvidemos el razonamiento que hacia Jauretche, axiomas que nos impiden pensar y detrás siempre hay un prócer”, antes fue Rivadavia, Sarmiento, Mitre hoy es Macri, quien nos toma por zonzo a los argentinos todos.