¿Y NOSOTROS QUÉ?
Por Dany Wilde.
Solo un tonto puede ignorar la violencia de la derecha. Solo un ignorante puede hacer la vista gorda ante el ataque sufrido por la vicepresidenta Cristina Fernández y solo un imbécil se puede alegrar del odio al Peronismo no entendiendo que los perdedores somos todos, buenos, malos, vivos y tontos y el ganador uno solo, el poder real.
Un segmento importante de la población odia a Cristina, y si le preguntan ¿Por qué? la respuesta puede ser: “Porque salía en cadena, los impuestos altos o por dar muchos planes”. Respuestas que tienen que ver más con la ignorancia que con una respuesta cierta, concreta y veraz.
Ni Videla, ni Galtieri, ni Menem, ni Macri sufrieron tanta propalación de odio como pasó y pasa con la viuda de Néstor.
Los militares endeudaron, mataron y empobrecieron por doquier. Y todavía algún idiota suelto pide que vuelvan. No se enteró que cada militar en el sillón de Rivadavia cerró 440 por ciento de inflación anual, era chico o estúpido.
Hablar del desastre gubernamental de Menem, la alianza y Macri es hasta aburrido, ¿Pero cuánta gente los rescata? Lo raro es Cristina. Y es raro porque los jubilados tuvieron la mejor paga en años y siete de cada tres votaron a Macri. La clase media se duplicó con los K según el Banco Mundial, y votaron al gato y volvieron a su lugar de origen, la clase baja.
Se viajó como nunca, con un dólar a $6 y no a $300. Los alimentos que hoy se compran en cuotas nos recuerdan a Néstor cuando decía “hay que defender la mesa de los argentinos”.
Es raro el odio a Cristina. ¿Tendrá que ver con los jóvenes que creen que un celular es la biblia y una Tablet reemplaza a una biblioteca? Pibes que siguen a un neo nazi como Milei o una borracha que entregó compañeros, bajó el salario de jubilados y solo se comporta bien cuando duerme la mona.
Sin embargo, el odio es para Cristina. Atentaron una vez, seguramente se repetirá o quizás se sigan cometiendo actos vandálicos contra monumentos, o infiltrar marchas de trabajadores con un solo objetivo: sembrar el caos, el descontrol.
EL poder sabe que Cristina presidente es no solicitar empréstitos, respeto a la Constitución y no arrodillarse ante el imperio. El poder no entiende de ideas, de convicciones solo habla de negocios, pero todo para ellos. Sueñan con una Argentina doblegada como otro país sudamericano. Y la única manera de someter finalmente a nuestro país es con una Cristina fuera de las elecciones, aunque ellos la quieran fuera de la Tierra. ¿No le parece?