VE UNA REJA Y TIEMBLA

Por Carlos Galli.
Podría ser, sin dudas, la foto de Mauricio Macri el «gato». En realidad, es lo que representa este minino hogareño.
El ex presidente está pensando, según una fuente calificada, va a intentar «jugar» el segundo tiempo, según el título de su libro.
Jamás transpiró la camiseta. No sabe lo que es ganarse el pan con el sudor de su frente. Siempre lo ganó con el sudor de los demás.
Parecería que quisiera volver a sentarse en el sillón de Rivadavia. La Casa Rosada es su ambición. Es la ambición de volver a tener el poder político que supo conseguir. También hacer de la política un verdadero negocio, como lo hizo en su primer y único mandato.
Endeudó al país por cien años, y quiere volver para hacerlo por cien años más.
Generaciones que no podrán ver ni crecimiento, ni desarrollo, ni tener cultura, educación, salud y un trabajo digno.
Claro que con los que están no solo no tenemos futuro, ni siquiera tenemos presente. Hasta tenemos que tolerar que un adiestrador de perros, CON LA NUESTRA, «trabaje» en el Estado Nacional, para que Dylan, la mascota de del Presidente tenga una mejor calidad de vida.
Uno quiere y pretende volver, otros aspiran a quedarse. Y gane quien gane, vos y yo vamos a perder.
El toga, nació en cuna de oro. Otros se hicieron millonarios trabajando de dirigentes políticos. Son las dos caras de una moneda falsa.
Nosotros, los laburantes de a pie, con sueldos miserables, usamos durante la pandemia barbijo, lo seguimos usando porque nos queremos cuidar. Ellos, lo usan no solo para cuidarse sino por vergüenza. Para que no les veamos las caras, aunque en realidad estoy convencido que tienen la cara más dura que una piedra.
Halcones y palomas, de un lado y del otro, mientras vuelan con sus delirios, nos cagan, siempre los de abajo somos los patos de boda.
Unos nos mienten por derecha, otros por izquierda. Ninguno tiene un mínimo de dignidad. Hasta hay dirigentes como un tal Grabois, que expresó oportunamente que antes de recolectar cartones, prefería salir de caño.
Los gerentes de la pobreza quieren que el quilombo siga para seguir gerenciado la miseria. Somos una República sin destino. Estamos condenados al fracaso. Pero existe una solución. El despertar del PUEBLO y hacer sonar el escarmiento, como decía el General Perón.
Sin fusiles y sin bombas, pero con los puños repleto de verdades.
Ni Macri, ni Alberto, ni Cristina, ni Larreta, ni la Piba Bullrich.
Todo es en vano. No sirve ni la derecha culturosa, ni la izquierda cultural. Son agua del mismo aljibe. Harina del mismo costal.
Cortados por la misma tijera con sus cuchillas oxidadas, que siempre lastiman.
La derecha recalcitrante, representada por el amarillento PRO y sus aliados, son comparables a los ex zares, gobiernan para ellos. La Coalición Gobernante son en ese sentido iguales, gobiernan para los amigos del poder.
Al pueblo lo olvidan. En esto también se parecen. No tienen buenos modales, es todo SARASA, todo chamuyo berreta.
Son la misma escoria con diferente olor. Padecemos con todo el abanico político.
Pero les recuerdo, el pueblo un día hará sonar el escarmiento. ¿O me equivoco?




