UN VIRUS SIN IMPORTANCIA

Por Bret Sinclair.
El verano relajó aún más a la población argentina con respecto al Covid-19. A pesar de la vacunación y del calor, los casos siguen aumentando y la segunda ola es un hecho, así declaran los infectólogos más conocidos. Pero la pregunta es ¿Qué pasa en CABA que es más importante ir a un bar que cuidarse, que les sucede a los porteños que saben que aumentan los casos y miran para arriba?. ¿Qué les pasa a los deportistas que creen que son inmunes a todo? Cualquier equipo hace un gol y se abrazan como en un casamiento. Después nos enteramos que Racing sumó siete casos, Sarmiento 11, Defensa 4 y así todos. La segunda ola está por llegar y no se trata de música, se trata de muerte.
Quizás la única razón para que realmente prestemos atención es que un ser querido muera, sino caemos en la diaria de enterarnos que murieron 150 o 200 y nuestra respuesta esperada es, “viste que está bajando”. La viuda de uno de esos 200 no dice lo mismo, tampoco su hijo y menos repetirá esa frase el declarante cuando se entere que la segunda ola llevará 10 mil muertos por mes. ¿Usted sabe que en esos 10 mil no se encuentra?, y si lo sabe ¿Cómo se enteró?.
La vacuna llegó pero el planeta está en la misma situación, con lo cual hay menos vacunas para el mundo. Usted dirá “Chile vacunó al cincuenta por ciento”. No le falta razón, pero esa vacuna, segunda marca china ya han probado que no es muy eficaz. No por nada Chile retorna a fase uno.
La segunda ola está por llegar y lo adecuado desde el gobierno nacional es que comience con los cierres. No existe la dicotomía economía o vida, el razonamiento es primero la vida, luego el resto. Como viene preparado el gobierno seguramente no se animará a retornar a fase uno, pero Ángela Merkel se animó, lo mismo el gobierno inglés o el francés y ahora el chileno. Estamos rodeados por Brasil y Chile, dos países con muchos problemas con respecto al Covid y para colmo de males la clase media turista no aprende y retorna de sus viajes con papeles truchos. Para muestra un botón. Un viaje de estudiantes a Cancún regresó con 43 chicos enfermos pero los papeles decían lo contrario. El hijo de Santilli y el hijo de Riquelme participaron en ese viaje, los dos mintieron por 40 dólares y los dos siguieron su vida sin cuidarse y seguramente habrán contagiado. Así no se puede.
El PRO salta de alegría cuando escucha este tipo de informaciones, y usted con la misma camiseta quizás se alegre que el plan sanitario fracase pero tenga cuidado maestro, que el próximo muerto no sea usted, mire que integrará una cantidad y ni siquiera lo nombrarán cuando se realice su velatorio sin gente. No atente contra el plan, su vida vale. ¿No le parece?




