TRANSFORMACIÓN

Por Carlos Galli.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Rodríguez Larreta, está «invirtiendo» fortunas en afiches publicitarios, mostrando la transformación que está teniendo la ciudad.
Y tiene razón.
Está transformando la zona del tradicional obelisco, en un parque de diversiones para los grupos piqueteros.
Está transformando la mítica Plaza de Mayo, en el Muro de los Lamentos de los movimientos sociales, reclamando sus derechos.
Está transformando la Avenida Córdoba, en un playa de estacionamiento en lugares prohibidos, dónde la grúa municipal brilla por su ausencia.
Está transformando las peatonales Lavalle, como así también Florida, en cuevas de casas de cambio y arbolitos, ofreciendo la compra y venta de monedas extranjeras, en especial el dólar.
Está transformando la red de subterráneos, en vagones repletos de personas que viajamos como ganado al matadero.
Está transformando a los manteros de la zona del Barrio Balvanera, más conocido como Once, en víctimas de los inspectores y policías de la ciudad, como si fueran delincuentes cuando en realidad son trabajadores informales, que quieren y pretenden llevar el pan a la mesa.
Está transformando a los cartoneros en recolectores de miserias.
Está transformando a los semáforos en árboles de navidad, porque están tan desincronizados como su gobierno.
Está transformando la senda del Metrobús en un circuito de fórmula uno, porque muchos micros de pasajeros no respetan la velocidad máxima y algunos ni siquiera paran.
Está transformando al microcentro y el Cabildo, en un campamento turístico hasta con baños químicos.
Está transformando las bicisendas en armas mortales para los ciclistas.
Está transformando la calle Perú, cerca de la Legislatura porteña, en una romería.
Está transformando la Estación Retiro, en un centro comercial parecido a La Salada.
Está transformando a la zona de Congreso en un festival artístico de manifestaciones populares que entorpecen el tránsito y joden a la gente de a pie, generalmente laburantes.
Está transformando al Parque Centenario, en un lugar donde ya es imposible pasear mascotas porque está plagado de suciedad, y un aguantadero de chorros que le roban a los y las paseadoras de perros.
Está transformando a los hospitales municipales en dispensarios, dónde falta algodón, Gaza, vendas y alcohol.
Está transformando la tradicional Avenida Corrientes en un lugar de competición para ver quién gana el primer premio en cometer infracciones.
Está transformando a la Policía Metropolitana, en seres invisibles, porque cuando se los necesitan NO están.
Está transformando las veredas que cada vez están más deterioradas, que es preferible caminar por las calles, con el riego que esto implica.
En Jeje de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, tiene razón, está transformando la ciudad en un lugar intransitable y cada día más peligroso.
Jefe, así jamás podrá ser candidato presidencial. ¿O SÍ?
Todo es posible en la dimensión desconocida. ¿Por qué desconocida? simple, porque muchos ciudadanos del país no tienen idea de quién es Horacio Rodríguez Larreta.




