Trabajadores del INTA Castelar realizaron una protesta para denunciar «su inminente cierre»

En la estación experimental ubicada en el oeste del conurbano, empleados del organismo, gremios y autoridades locales se movilizaron denunciando un intento de desmantelamiento del instituto a nivel nacional.
Este miércoles por la mañana, trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) realizaron un abrazo simbólico a la estación experimental ubicada en Gobernador Udaondo al 1600, en el partido de Ituzaingó. La medida fue convocada por diversos sindicatos, ante la posibilidad de cierre de esa sede, y se sumaron representantes de gremios, universidades y autoridades políticas locales.
La situación en INTA Castelar forma parte de un «ataque general2 al organismo, según denuncian sus trabajadores. «Lo quieren desmantelar y han comenzado por esta estación en el AMBA» señaló José Luis Perea, secretario general de ATE – INTA.
Por su parte, desde la CTA – Regional Hurlingham e Ituzaingó expresaron que con estas medidas de visibilización «se resiste a los retiros voluntarios y la sombra de despidos de técnicos y profesionales de alcance nacional e internacional, como parte del desmantelamiento de programas de avanzada que motorizan el desarrollo agropecuario del país».
«Considerando la tendencia privatista del actual gobierno nacional, el Inta tiene miles de hectáreas que en vez de servir de espacios de prueba y ensayo, de laboratorio para productores medianos, pequeños y familiares, pueden ser un negocio de interés privado para los pocos que ganan con estas políticas», advirtieron.
Durante la movilización, los manifestantes denunciaron que el cierre afectaría directamente a los 110 empleados de la sede local, que desarrollan tareas vinculadas a procesos productivos hortícolas, frutícolas y florícolas en el conurbano bonaerense.
Entre los presentes estuvieron el intendente de Ituzaingó, Pablo Descalzo, y Jorge Píccoli, director de Relaciones con la Comunidad del Gobierno bonaerense. También se sumaron representantes del Conicet, de la Universidad Nacional de Hurlingham y de gremios ferroviarios.
«La Estación Experimental Agropecuaria AMBA tiene un enorme valor en materia de investigación, ciencia, innovación y tecnología, además de ser uno de los espacios más grandes de la región. No es un simple lugar; alberga cientos de empleados y empleadas que hacen un gran aporte a nuestra comunidad», manifestó Descalzo.
Durante el acto, los manifestantes remarcaron que esta sería la primera estación experimental en cerrar en los casi 70 años de historia del INTA. Además, cuestionaron el crecimiento de cargos políticos dentro del organismo, mientras se avanza con un ajuste estructural que pone en riesgo funciones estratégicas.