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Todo lo que no sabemos

Por Gabriel Princip.

Comúnmente se dice que la historia que leímos en la escuela es la de Billiken. Avanzando en nuestros estudios sabemos que es la que escribió Mitre. Y en ese relato encontramos a un Rosa asesino, un prócer con Mitre, Roca y Avellaneda y un maestro como Sarmiento que asistió al colegio hasta los días de lluvia.

Claro que cuando revisamos, investigamos y comparamos resulta ser que Roca fue un genocida, Mitre un servil británico y asesino del pueblo paraguayo, Rosas el primer político que trabajó por la Nación y la distribución equitativa de la riqueza, Avellaneda un cómplice de Sarmiento en su odio a los pobres y un maestro que fue al colegio hasta los días de lluvia en un provincia como San Juan que en el siglo XIX llovía una vez por año. En una palabra, la mentira en formato histórico liberal o como diría Jauretche “la colonización pedagógica”.

Arturo Jauretche en Libros y Alpargatas opina: “Me he extendido en otra oportunidad sobre el tema de la superestructura colonial del país y como práctica esta la “colonización pedagógica”. Así la escuela enseña a leer para que el alfabetizado lea textos donde se deforma la realidad y para que, ya adulto, lea los periódicos que cumplen la misma tarea. Con ese criterio actúan los libros de la mayoría de las editoriales y también la mayoría de las cátedras universitarias, de manera que lo que se llama instrumentación de la cultura en el país, no es otra cosa que la adecuación de la inteligencia del argentino a las condiciones creadas por los intereses que dominan. Lo mismo sucede con la publicidad.

De 1930 en adelante, el aparato de colonización pedagógica abandona aquella actitud de encauzamiento y orientación de la época fácil. Seguir haciendo creer que las corrientes que siguen prevaleciendo son las marcadas por los signos de Boedo y Martin Fierro, por ejemplo. Pero esto ya se lo cree “el zonzaje”, pues sería tanto como decir que el pensamiento y el arte del país dependen de la actitud que adopten los barbados y barbudos que frecuentan esta manzana lindera de mi casa circundada por las calles Maipú, Paraguay, Esmeralda y Marcelo Torcuato de Alvear que para unos es la manzana podrida y para otros la manzana fecunda”.

La colonización pedagógica que nos habla Jauretche tiene al sistema en su armador e inspirador con una herramienta solida que utiliza sobre la población y es la ignorancia. Esta opera en forma rápida y en velocidad siempre triunfa sobre la inteligencia ya que esta duda y aquella no, solo afirma sin posibilidad de comprobar nada y repitiendo en forma sistemática a aquellos profesionales de la mentira.

Si nosotros crecimos con la idea de bronce genuino de Sarmiento, Roca y Mitren por mencionar algunos, miremos al futuro cuando un chico que egrese de la primaria en diez años sepa que el presidente Mauricio Macri llegó al poder para invocar una fuerza moralizante que de por cerrado un ciclo de latrocinio avalado por los K. Donde Néstor y Cristina a través de la demagogia y el populismo supieron entretener a un pueblo todo mientras ellos enviaban a los López, los de Vido y los Báez a saquear el territorio nacional. No se puede hacer futurología pero si vaticinar sobre la idea de que el hecho que se pronostica ya ha sucedido.

Hoy, el oficialismo está marcando un cambio desde lo económico y también desde lo cultural. Hace 10 meses se escuchaba la patria es el otro, hoy el otro no existe y todo aquello que huela a k es maltratado, vituperado y encauzado hacia Comodoro Py.

La superestructura está funcionando a pleno. La grieta se agiganta cada día más imitando al 55, la fusiladora y el decreto 4161. Hoy desde la embajada salen los misiles cargados de mentirosa moral con la denominación Carrió, Bullrich y Macri para poder falsificar la historia y que dentro de un tiempo alguien que fue denunciado por lavado de dinero obtenga el premio Nobel a la honestidad, moral y buenas costumbres.

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