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Tilinguerias diarias

Por Gabriel Princip

El militante de la clase media se transformó de la noche a la mañana en abogado penalista, economista de corte liberal, laico son estudios clérigos, investigador privado con altas fuentes de consulta en la Cía., embajada y Mossad y hasta confidente de Macri algunos y otros de Francisco.

Se piensa esto porque el tilingo en grado sumo se expone día a día en las sobremesas, bares, cartas de lectores o charlas en los trabajos no sin dejar de lado los reportajes periodísticos que, si son a miembros del oficialismo parecen un stand- up y si es con dirigentes de la oposición es un linchamiento mediático.

Y el tilingo sabemos lo que es. Si olvidamos la definición, ésta la encontramos en la página 32 de Relatos del pensamiento Nacional, como “un hombre insustancial, ligero y que habla sin fundamentos”.

Por eso, es hasta aburrido escuchar a cualquier hijo de vecino opinar sobre la pena que le corresponde a López, la justificación de Macri ante los papeles de Panamá, al taxista que nos garantizaba  un cambio a favor antes y renegando hoy por un plan económico que contempla a la Uber, o al portero aburrido que terminó de baldear la vereda y dicta cátedra sobre lo que tiene que hacer Prat Gay y encuentra los errores técnicos de Kiciloff. Todos sabemos, todos opinamos hasta que la realidad nos pone un límite al conocimiento. Aunque, por idiosincrasia  seguimos parloteando para que abonar el campo de la chantocracia.

El chantócrata debería ser un nuevo concepto del pensamiento nacional. No está tan alejado del tilingo y es pariente cercano del otario, algunos tratan de ubicarse en el ejido del cipayismo,  otros ya fijaron residencia en ese territorio.

Y si, el chantócrata, por lo general alineado al gobierno, nos pretende convencer que la miseria actual es por la plata que circulaba en la rosadita o los bolsos de López. La inflación, la recesión y la falta de inversiones se producen porque el extranjero no cree en nosotros que somos todos ladrones.

Las redes sociales que según Humberto Ecco son “una legión de idiotas”, constituye si o si un campo minado de tilingos, cipayos, chantócrata y una minoría de formadores de un pensamiento nacional o contestatarios en defensa propia.

La nueva filosofía que parte hoy desde un facebook, un twitter o un whatsApp solo agrega confusión, desinformación y agresión pura. Bajo este paraíso de la tontería ilustrada, el gobierno deposita en sus trolls pagos por el dinero público para seguir confundiendo a la opinión pública y llegar a conclusiones vacías de contenido como por ejemplo “que es poco el tiempo”, “quizás el año que viene nos vaya bien” o “por lo menos son gente de diálogo”. Pero esta idea que suscriben otarios, tilingos y cipayos sabemos que es errada, y así entendemos que está equivocada porque nunca un ajuste sirvió para el bienestar general sino para ser el germen de una pobreza a consolidar.

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