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Opinión

TELECOM: ROBO DE CABLES

Por Carlos Galli.

TELECOM, la empresa que «presta» el servicio telefónico no se preocupa ni le interesa los robos de cables, especialmente los de cobre.

En el Partido de General San Martín, los «amigos» de lo ajeno, ladrones, delincuentes, están haciendo un festival del choreo. La Municipalidad puso cámaras, que son tan inútiles como cenicero de moto. La policía se hace la distraída, y cuando se llama a la compañía telefónica contestan que debemos tener paciencia. La instalación de nuevos cables cuesta una fortuna, que la empresa no está dispuesta a invertir.

Cuando se le pregunta cuánto es el tiempo que demoraría, un empleado contesta, entre seis meses y un año, si tienen «suerte». ¿Y debemos pagar por un servicio que no tenemos? Desde luego, contesta el empleado administrativo de nombre Sandra, con acento colombiano o venezolano, y hasta se le nota cierta burla.

Una empresa que se instaló en la época del menemato, ha ganado y gana fortunas, invirtiendo materiales viejos, a la vista de los delincuentes, que se encargan de que toda una zona del partido, no tengamos servicio telefónico. A la compañía le importa un ápice perder usuarios. Muchos aseguran que TELECOM, compra el cobre que ellos mismos instalaron. Esto no me consta, prefiero pensar que la empresa no es cómplice de este vil negociado del robo de toneladas de cobre, que sin dudas le pagan dos mangos a los ladris de poca monta.

El teléfono no tendrá uso, pero si queremos conservar la línea, los usuarios tenemos la obligación de seguir pagando, o bien, darlo de baja. Esto y la corrupción, es exactamente lo mismo.

El Menemismo le abrió las puertas. TELECOM aprovechó a destajo la posibilidad de hacer negocios y negociados, que lo pueden hacer solamente en un país del tercer mundo, o en una República bananera.

Privatizaron tantas empresas, que sería llorar sobre la leche derramada. TELECOM fue una de esas empresas como tantas otras, que aprovecharon al máximo la corruptela del gobierno menemista. Al ser privada, ha logrado explotar a sus obreros y trabajadores y despedir a diestra y siniestra, para emplear a sus elegidos.

Una querida vecina, anciana y discapacitada, fue una de las perjudicadas. El teléfono para ella, como no lo es para nadie un lujo, es una necesidad. Por su tan delicado estado de salud, es su contacto con su familia, o las muchas llamadas de urgencias a servicios médicos, o vecinos, cuando se nota descompensada. Pero esto a TELECOM le importa un carajo. Como la gran mayoría de las personas adultas no nos llevamos bien con la tecnología de un celular. Pero a TELECOM ¿Qué carajo le importa? Y tendría cientos de carajos más, pero es realmente inútil pedirle peras a los olmos o que TELECOM sea una empresa solidaria. Como te extraño ENTEL. ¿Volverás algún día?

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