
En los finales del siglo XX, las tardes domingueras en casa, pasaban entretenidas, televisión mediante, por un programa estudiantil conducido por Silvio Soldán. El mismo, denominado Feliz Domingo, trataba de prendas a realizar por los chicos y chicas en busca del objetivo final, que era el viaje a Bariloche.
Hoy la oligarquía, que se amargó durante 12 años, juega con la clase media pacata e histérica. Se divierte con un juego muy de moda: el insulto k. La idea es que en treinta segundos sin repetir ni soplar se debe insultar al gobierno interior colocando en la tercer palabra el concepto De Vido.
Entonces, vemos como el coimisionista en el bar, la doña en la verdulería, el desocupado desclasado, el taxista de Baby, el jubilado de la mínima, el cómico del flan y demás componentes de la media clase ignorante y fanática, al unísono se divierten con este juego. Entonces en nuestra imaginación aparece Don Silvio y dice: en treinta segundos, sin repetir ni soplar insultos k, como por ejemplo, chorra.
Empieza la doña y dice: chorra, yegua, De Vido, soberbia, autoritaria, De Vido, se dobaron todo, década dobada, De Vido, yegua……ring….
-Repitió, doña. El siguiente, por favor.
Ahí no más toma el micrófono se dirige al jubilado de la mínima y dice: Viva Perón carajo, atorranta, De Vido, nos vetó el 82 por ciento, me señala, De Vido, quiero comprar dólares, Néstor llamala, De Vido, el tuerto, soy peronista de Perón, De Vido, se llevaron un PBI, se llevaron dos PBI, DE Vido, kk, choriplanero, De Vido, yegua, chorra, De Vido, agarrá la pala, cabecita, De Vido, se dobaron todo, Macri no robó, De Vido, nos regalaban la luz, a pan y agua pero sin la chorra, De Vido, la loca, se la llevaban en valijas, De Vido, ladrona, yo voté el cambio, De Vido, queremos el 82, soberbia, De Vido, vagos, negros, De Vido…..riiinnnnng, Terminó su tiempo, grita Silvio mientras se le cae el peluquín. El jubilado de la mínima ganó, el anciano se impuso con la mayor cantidad de insultos a los que se dobaron todo.
Y Silvio dice: -por supuesto, que el viaje a Bariloche será en Flybondi, nuestra línea preferida donde después de solo 8 horas de viaje, pagando hasta el termo que lleva en la mano y esperando en el aeropuerto nada más que ocho horitas llegará a Bariloche.
Allí el jubilado de la mínima disfrutará de 15 días en hotel dos estrellas, con desayuno cada día por medio incluido y dos cenas en toda la estadía. Pasará dos semanas en esta ciudad, quebrada, sucia, pero que supo ser bella en tiempos de la década dobada. Además y como si esto fuera poco, el programa le regala un voucher para ser sorteado en el mejor restaurante de la ciudad. El premio consta de un billete con seis cifras y tres letras que la lotería sorteará. Perdón, cierto, no hay más lotería, tampoco boys scouts, bueno algún piloto de Flybondi despedido hará el sorteo.
Pero los premios no terminan ahí. También al jubilado de la mínima se le entregarán dos autógrafos de Macri así con ellos podrá conseguir uno de la chorra. Pero esto no es todo, cuando llegue al hermoso hotel de dos estrellas o de una o la carpa, recibirá un video en pantalla gigante de nuestro presidente contando las ventajas de votar a Cambiemos y poder ser pobre, comer cada tanto, entretenerse sacándole el alimento a las palomas en una plaza cualquiera pero jamás nunca votar a la yegua.
Bien, esto que parece joda, el gobierno sabe que es joda pero lo toma en serio. Mientras la mitad de la clase media pierde el tiempo insultando a aquellos que crearon una escenografía para el mejor bienestar argentino, Macri Blanco Villegas se entretiene jugando al ludo. Este buen hombre cada vez que tira los dados del poder retrocede tres lugares. El problema es que el poder no juega al ludo se divierte con el Estanciero y te compra todas las tarjetas, todas las provincias con papelitos sin respaldo alguno. Entendió, doña?, usted insultando a más no poder tratando de combatir su complejo de inferioridad, el prescindente retrocediendo en el ludo del poder y la oligarquía en sociedad con el imperio llevándose el territorio nacional en este gran estanciero o monopoly como les gusta decir a ellos. Entendió doña?.