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Torturas en Malvinas. Silvio Katz: “Soy un sobreviviente”

Por Gabriel Russo

Fue  combatiente de Malvinas pero muy maltratado, en principio, por ser judío. Silvio  Katz denuncia por los micrófonos de Comunas que su victimario Eduardo Sergio  Flores Ardoino, aún no ha sido llevado ante la justicia.  He aquí una  síntesis de la tortura sistemática a la que fue sometido. “Soy un sobreviviente”-  afirmó

En diciembre de 2018, luego de 11 años de iniciada la causa legal, el juez federal de Ushuaia, Federico Calvete llamó a indagatoria de 18 militares acusados de torturar a jóvenes conscriptos que estaban bajos sus órdenes durante el conflicto de Malvinas. Los imputados llegan a 98 militares.

Pablo Vassel, ex secretario de Derechos Humanos de Corrientes, inició la investigación a partir del testimonio de 23 ex soldados correntinos, a los que luego se sumaron otros de diversos puntos del país y en 2007 efectivizó la denuncia que tiene como querellante al Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas La Plata (CECIM).

Los testimonios, que son más de 200, relatan “estaqueamientos, vejámenes, personas enterradas en el suelo, o estaqueadas incluso en cañoneo enemigo, imposibilitados de correr”.

En 2015 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner desclasificó los archivos de Malvinas, y de allí
surge que son muchos más los soldados víctimas de torturas”.

Los ex combatientes exigen que este delito sea tipicado como crímenes de lesa humanidad, lo que determina su imprescriptibilidad. Y en este sentido, fue importante la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que emitió una declaración considerando que en este caso “privar de una respuesta judicial es una violación a los
derechos humanos”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos hizo que la Justicia reactivara la causa, y pese a
la discusión técnica de si son crímenes de lesa humanidad o de guerra, se está investigando.

El testimonio de Silvio Katz

La gente cree que cuando a uno lo torturan le ponen la cabeza  bajo el agua, le pegan..etc. ¿Qué era la tortura?

Era, por ejemplo, a diario sicológica. Todos los días, de  74  que estuve en Malvinas, escuchar decir “judío de mierda” , “judío traidor”.   A los demás   le decían: “díganle al judío de mierda”…O me acusó en una limpieza  de  fusiles. ¡Ven, esta es la gente que  mató a Cristo.! Y me señaló, lo cual me convertiría en el veterano más viejo de la historia. Tendría al día de hoy más de 2 mil años…

¿Traidor por qué?

Porque dicen que los judíos traicionan a la Patria, qué hacía yo combatiendo por Argentina y no por Israel, lo cual  demuestra un grado de ignorancia porque  soy argentino, no israelí y combatí por Argentina. Pero era un plan sistemático. No hay que olvidar que  veníamos   con los mismos  militares que torturaron y desaparecieron   a 30 mil  personas.  A mí no me lleva a Malvinas el ejército de  San Martín, Dorrego y ni Belgrano.

Más adelante, Katz   amplió detalles sobre los efectos de la tortura física  recibida._

“Sicológicamente volví anulado mucho tiempo, me costó años de terapia superar  el insulto,  el prepoteo.  El (Flores) elegía a cinco soldados   por día, porque su idea era torturar gente.  El día que lo enjuicien voy a preguntarle  y que  nos  explique a mí y a mis hijos, porqué..

¿Cinco por qué?

En realidad siempre había un motivo, un negro, un gordo, un narigón…y decía: “estos negros no saben  ni limpiarse el traste”. Era de una  estirpe nazi.

¿Nombre?: Eduardo Sergio  Flores Ardoino…Su idea era torturar y/o dominar sicológicamente a todos, por la fuerza y el poder,  lo que no podían  desde otro lado.

Respeto las instituciones y creo que el ejército   sería válido si la gente fuera otra…la idea no era  ganar una guerra,  sino  eliminar  otra generación como lo habían hecho desde  el  ‘76  al ‘83, gente que no salga a la calle,  que esté arruinada,  ni  milite políticamente;  la idea base-  y el plan sistemático que tenían los militares para gobernar a la Argentina.

¿Qué era Flores?

Era Subteniente. Después  con el tiempo me hicieron ver que el teniente que estaba por arriba de él mínimamente fue cómplice porque vio lo que hizo y siendo superior nunca lo paró. O sea,  el plan era dejarlo que se queme, sin hacer nada para  salvar al  “soldadito”.

Yo de por sí no era un tipo rebelde,  me rebelé a la vuelta y  empecé a  militar,  y a ser lo que soy  hoy, a la vuelta. Lamentablemente para mí,  el único  judío que había en el grupo era yo, no zafaba nunca.

¿Y la tortura física?

Era terrible. Al  principio  llorábamos, se nos desgarraba  la piel  a  20  grados  bajo cero  con  las manos ahí, entre  5 y 15 minutos, con la pierna, el  brazo. A veces  nos  hacía poner la cabeza, algo  tenía que doler. Un segundo equivalía a diez horas.  Una maquinaria loca era el cerebro de este sujeto.  El tipo se reía, gozaba, gritaba…

Lo que sorprende es que no  haya compañeros que  haya dicho, paremos acá..

Sicológicamente  te decían, te pego un tiro…y acá no te paga nadie. Me pasa que voy a hacer charlas al los colegios y los  chicos me preguntan dónde está la medalla,..

¿No se t ocurrió matarlo?

No, por eso digo que me faltó rebeldía y estuve años haciendo  terapia porque me faltó huevos para pegarle un tiro en la cabeza.

En la  segunda parte de su  intercambio  con la audiencia  con Comunas,  Katz   respondió a preguntas de los  oyentes y  prosiguió narrando  las distintas formas de tortura que recibió como el estaqueo,  siendo luego  orinado por  sus compañeros.

“Nos acusó de robar, cuando en realidad fuimos a comprar comida al supermercado del pueblo. Llevó uno de los chocolates que traje,  lo  despedazó, tiró  dentro del excremento y  con un arma en la cabeza me  hizo comer el chocolate.  Más humillante era imposible.   A otros los  obligó  a hacer  un pozo, enterrarlo y dejarle la cabeza afuera toda la noche con  20 grados  bajo cero.

¡Eso a vos no te paso!

No, de esa  zafé…Cuando volvió del ejército, después de mis denuncias,   le dieron (a Flores) tres días de castigo por mal comportamiento, esa era la ficha.  Tenía un lenguaje  militar pero de tortura no hablaba.  Era ”Adoctrinamiento de la tropa”. Y aprendí a odiarlos…

Tenemos una causa en  contra (de Flores). Cada instancia que ganamos y que apelaron, llegamos  a la Corte Suprema y dijo que era “crimen de guerra”, y cuando oí eso,  pensé ahora sí  y resulta ser que no,  que prescribe a los dos  años y es como “adoctrinar a la tropa”,  así  llegamos  a la Corte interamericana de Derechos Humanos  que  fallan  a favor nuestro  e instan  al Estado nacional a negociar “amigablemente”  con el soldado.

¿No indemnizar?

No, aunque me den 10 mil millones de dólares, no me curan lo que pasé. Ya hay  19 militares llamados a indagatoria en Ushuaia. En algún momento el que me torturó va a tener  que presentarse y va a ser enjuiciado y va a tener que darle explicaciones a mis hijos por qué tuvieron un padre que tuvo  muy complicada la vida.

Resumiendo   Katz   se refirió a su encuentro con los chicos en las charlas en colegios. “es   muy sanador- afirmó- uno cuenta  la verdad, la parte humana de la guerra y los chicos de  primaria o secundaria   responden con un brazo en nombre de la sociedad.

Me preguntan por qué no llevo una medalla y digo que mientras la persona que me hizo lo que me hizo,  no  voy a usarla. “Ese día la sacaré de un cajón viejo y se la mostraré a mis nietos”.

Faltan 8-9 cuerpos por reconocer-  dijo  Katz  respondiendo a pregunta sobre  este  asunto también doloroso.

El tema de mi sufrimiento  mis hijos lo fueron conociendo a medida que iban  curioseando, e indagando;  y  hoy piden por justicia.  Ellos aprenden que su padre es un luchador. Un militante de la vida. Soy un sobreviviente-  afirmó-.

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